"Me siento agotada, agotada física y psicológicamente", comienza su testimonio esta enfermera. Cuenta que esta triste porque "ha tenido que pasar una cosa así para que esta profesión adquiera una categoría social que siempre ha merecido".
Explica que los turnos son largos y pesados, y las noches son eternas. Esta enfermera comenta que se siente abandonada. "Tenemos que reutilizar las mascarillas e ingeniárnoslas nosotros mismos", explica.
"Me preparo psicológicamente antes de enfrentarme al Covid-19. Y se me encoje un pellizco en el estómago", reconoce. "Rezo todos los días para no contagiar a mis seres más queridos", expresa triste.
Pero deja claro que pese a la carencia de equipos de protección individual y el número de contagios en sanitarios son los mejores. "Ahora lo estamos demostrando, nada ni nadie nos para. Fuerza compañeros", concluye.