"Hija mía que joven eres para lo que te ha tocado vivir", comienza. "23 años, la carrera recién terminada y un contrato temporal en esta situación", añade.
La madre de esta enfermera nos cuenta cómo mira por la venta desde que su hija sale por la puerta. "Te veo y se me encoje el corazón en un silencia", comenta.
Llega el momento de las ocho de la tarde. Y sale a aplaudir por todos los sanitarios. Pero sobre todo por su hija. "Me gustaría gritar a todo el mundo que es por ti hija, que te vas al frente a luchar en primera línea", expresa.
Esta madre solo piensa en el momento que su enfermera llega a casa. Y lo hace con su cara de niña llena de marcar por las protecciones". Pero ni puede abrazar ni besar a su hija por precaución.
Y concluye hablando de su honestidad. "Recuerdo cuando te dije que pasases de ese trabajo y cogieses otro", explica. "Con tu mirada supe que no te gustó y me dijiste: "soy enfermera, mamá"". "Que joven y honesta, me haces sentir el orgullo de ser madre de una enfermera", concluye.