"No hay más horizonte que cada día", empieza Mariano el diario, esta vez desde una residencia de ancianos.
Además, asegura que los residentes preguntan por cómo está la situación fuera, en ocasiones por alguien que ha fallecido. "Entonces hay que contestar con sinceridad, porque son adultos. Y entonces vienen las promesas de las jotas que cantaremos".
Al acabar con la pandemia, comenta que se podrá hacer un "recuento" de todos los que han perdido: "Son nuestra enorme familia a la que cada día le arrancan un trozo de corazón".
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