El nuevo diario nos lleva hasta otro hospital, desde donde lanzan una reflexión sobre las preguntas que reciben los médicos: "Nos preguntan que cómo estamos o si escuchamos los aplausos. Debió de ser emocionante, pero la emoción se nos olvida rápido, porque en nuestra cabeza no hay hueco para pensar. Desde hace días solo pensamos en si te quitas bien la protección, que va cambiando de formato, y si es suficiente para no contagiarte o contagiar a la siguiente persona que se te acerque".
"Tienes que seguir lidiando con ese miedo reflejado en los padres", sigue explicando nuestra nueva protagonista del diario desde el hospital. Un miedo de unos padres que en ocasiones no pueden ver a sus hijos: "En algunos casos, les tienes que decir que no pueden verles, y en un hospital nadie querría esa situación. Menos aún los mayores".
También cuenta sus pensamiento al finalizar la jornada: "Solo piensas, ¿estaré haciendo todo lo que está en mi mano? ¿Se sentirán cuidados a pesar de la distancia? La única forma de dormir es seguir creyendo que la respuesta continúa siendo un 'sí', por eso agradecemos los aplausos. Pero nos importa que esto termine, y eso solo lo conseguimos con ayuda de todos".
Por último, lanza una petición para cuando toda esta crisis acabe: "Cuando todo esto acabe, nos gustaría que siguierais preguntando, porque a veces es imposible expresar todas las emociones que sentimos dentro del hospital".
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"Llegas a casa, te duchas y lloras lo que no has podido llorar"
"Te acuestas con el corazón encogido y te levantas con él aún más encogido"