"Otro día más, un día menos para superar esta pesadilla", comienza el nuevo diario de este miércoles en La Brújula. Son las palabras de una enfermera que afirma que ya no quiere ver más la televisión: "Bastante tengo con lo que veo en el trabajo".
Cuando llega al hospital, asegura que en el vestuario se cambia "con más miedo que vergüenza": "Llega un paciente por el pasillo y pienso, ¿cómo va a salir si no sabemos dónde está lo básico para atenderle? Y así, tras ponerme gafas y mascarilla sobre las heridas de las anteriores, entro a la batalla. Me presento, digo que soy su enfermera y que voy a estar con él. No quiero ni imaginarme el miedo que siente, ni la angustia de las familias que esperan una llamada que a veces, por el descontrol, llega muy tarde".
"Intento esbozar una sonrisa y, cuando veo que hay que entubar, le digo que llame a su familia si se puede esperar", sigue contando la enfermera. "Nadie sabe lo que se sufre en ese momento; llega el siguiente paciente y tengo que estar al 100% como mínimo".
Al volver del trabajo, intenta hacer vida separada de su pareja por el riesgo de contagio: "Qué dolor de piernas, pero pienso que hago lo que más me gusta y la profesión más bonita. Por favor, quedaos en casa, que nos queda toda una vida por salir. Que nosotros salgamos a luchar contra el bicho".