Soy enfermera con el corazón. Pese a los interminables turnos, la escasa valoración y que tu mundo de libranzas gire al contrario. Seguiría eligiendo una y mil veces mi profesión.
Hace unos años aterricé en el mundo de los cuidados paliativos, pudiendo formar parte de algunas de tantas historias que pasaban. Acogiendo, acompañando, compartiendo y dando la mano a pacientes y familias en este tan complicado camino.
Es ahora cuando esa parte tan humana y cercana se ha visto obligada a guardar distancia, cuando conseguimos esa magia de conectar. Solo con nuestros ojos visibles.
Es tiempo de abrazar con el alma, qué sería de sanidad sin esa parte tan humana de nuestras tareas. Aquí el que importa eres tú. En tu camino, nosotros formamos parte de ese camino.
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