El líder del PP de Cataluña, Alejandro Fernández, ha pasado este miércoles por los micrófonos de 'La Brújula' unas semanas después de las elecciones catalanas en las que los populares han quintuplicado su número de escaños pasando de tres a quince. "Las perspectivas son completamente distintas. Es un logro que está por encima de las previsiones más optimistas", presume un Alejandro Fernández que asegura que nunca ha sentido en duda su autoridad al frente del partido a nivel regional.
Fernández ha calificado a Junts como "nacional populista" y les considera más un "movimiento político" que un partido. "Tenemos delante a un movimiento político que pretende desestabilizar a la democracia española", ha explicado en 'La Brújula'.
"Las posiciones de Junts están fuera de los parámetros de la Constitución, de la democracia y la convivencia. Y yo tengo muy claro con quién puedo hablar y con quién no. Con ellos, en las circunstancias actuales, no tenemos nada que hablar", ha sentenciado el líder popular.
"La noche electoral se produjo un éxito indiscutible y es que las fuerzas nacionalistas no forman una mayoría en el Parlament, pero eso no es una garantía de cambio", explica un Fernández que descarta brindar su apoyo gratuito a una investidura de Salvador Illa porque "estaría blanqueando la amnistía, la supresión de la sedición, la modificación a la carta de la malversación, el incumplimiento sistemático de las sentencias lingüísticas y la humillación permanente a la Policía y la Guardia Civil en Cataluña".
Afirma, además, que Illa tiene muy claro que quiere formar un gobierno con ERC y los comunes y que no cree que le vaya a llamar. "Si me llama le atenderé encantado, pero creo que no lo va a hacer porque tiene clarísimo quiénes son sus aliados (...) Apoyar a Illa sería blanquear una política inmoral".
Fernández no tiene claro tampoco que Illa vaya a terminar siendo President y lanza un dardo a socialistas y nacionalistas sobre el procès. "Si Puigdemont, para mantener su apoyo a Sánchez, exige la presidencia de la Generalitat, veremos a ver qué es lo que ocurre (...) Los catalanes hemos votado de manera rotunda acabar en el procès, pero Sánchez y Puigdemont van a intentar que de algunos coletazos más".
"El objetivo del separatismo no es hacer en seis meses un referéndum de independencia porque ahora mismo están con las fuerzas muy justas, es crear las bases para que de aquí a unos años, cuando ellos crean que han vuelto a recuperar las fuerzas, tenerlo legalizado", ha sentenciado.