El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo tiene una exposición itinerante que se llama 'Rolando, 2:15-2:45', que habla de uno de los atentados más brutales de la historia de ETA y también uno de los más desconocidos y sobre el que se vertieron más mentiras.
Las víctimas de aquel atentado y sus familiares se sienten abandonados y olvidados porque ETA no reconoció el ataque hasta muchos años después.
Alicia Gómez Cuadrado es la hija de Francisco Gómez Vaquero, asesinado en ese atentado. Su padre era el cocinero del local y tenía entonces 30 años. Ella y su hermana tenían cuatro y dos años respectivamente.
"Durante estos 50 años nos hemos sentido olvidados. No tuvimos reparación jurídica, ni psicológica y ni ningún tipo de ayuda institucional", critica Alicia que vincula el olvido a la tardanza en reivindicar el atentado y a las mentiras que se contaron sobre él.
"Hasta 1997 no fuimos reconocidas como víctimas de terrorismo y hasta 2018 ETA no reconoce el atentado".
Alicia cuenta que hasta esa fecha, 2018, su familia y ella no tuvieron la certeza absoluta de que había sido ETA. "Al principio se dijo que era ETA, pero luego su inculpó Partido Comunista y luego a la extrema derecha".