Cuba sufre apagones desde hace muchísimo tiempo pero el que sufre desde el viernes es más grave por las consecuencias sociales y económicas que implica. Se malogra la comida y hay personas que necesitan estar conectados a una máquina para sobrevivir.
El gran apagón ha dejado -prácticamente- a toda la población (unos diez millones de personas) sin electricidad y se han producido muchos otros problemas derivados de la energía. La principal planta energética falló y toda la isla se quedó sin electricidad.
Aurelio Pedroso, veterano periodista cubano, nos cuenta cómo se está viviendo esta situación que, aunque los cubanos ya lo conocen, tiene tintes de excepcional por su duración.
El periodista asegura que es "la primera vez en la historia de la isla que ocurre una tragedia electroenergética así". "Hemos sufrido las consecuencias, y las que quedan por llegar, de no haber adaptado las energías renovables en su momento", señala.
El Gobierno cubano atribuye el caos, por un lado al embargo financiero de Estados Unidos, y en menor medida le echan la culpa a la obsolescencia de las centrales termoeléctricas del país que no han sufrido ningún tipo de conversión
"Se ha invertido demasiado en turismo y poco en el tema energético", critica Aurelio.
