El pasado miércoles conocíamos el terrible caso de un joven con parálisis cerebral en un instituto de Santander que era vejado por cuatro compañeros menores. El caso salió a la luz porque la madre del chico, que se desplaza en silla de ruedas, encontró un vídeo en su teléfono móvil en el que veía cómo era golpeado y cómo era objeto de todo tipo de burlas.
La Fiscalía de Menores de Cantabria investiga los hechos como posibles delitos de maltrato y discriminación y como medida cautelar ha solicitado para los cuatro agresores el alejamiento del menor perjudicado. Por su parte, la Consejería de Educación del gobierno regional activó el protocolo de acoso escolar y el centro abrió el procedimiento disciplinario ordinario a los responsables de la agresión, que conlleva medidas cautelares y la expulsión del centro durante cinco días.
El presidente de SOS Bullying, Ferrán Barri, ha pasado por los micrófonos de La Brújula donde ha hablado de la posibilidad de modificar la Ley del Menor. "Somos tan proteccionistas que tendemos a proteger al menor que vulnera los derechos de otro menor (…) El buenismo social a veces tendríamos que replanteárnoslo", explica.
Destaca, además, que en algunas ocasiones son las propias víctimas las que se terminan marchando de los centros porque "no se les dan las fórmulas suficientes para vivir tranquilamente".
"Quizás nos tendríamos que replantear que lo que tenemos que lo que tenemos que hacer es aislar a los agresores y, de algún modo, reeducarlos de alguna forma satisfactoria (…) A veces las situaciones de acoso juvenil derivan en la vida adulta en casos de mobbing laboral o maltrato doméstico", sentencia.