En los últimos tiempos se ha escuchado de nuevo aquellos de las puertas giratorias, el término lobby, se ha hablado de los grupos de presión, de influencias, del capitalismo de amiguetes. Ha sido con el caso del ex ministro, Alberto Garzón, y su fallida contratación por la agencia Acento, lobby fundado por el ex vicepresidente, José Blanco. Pero, en la historia de España ha habido casos de saltos desde la política a la gran empresa.
Carlos Sánchez, autor del libro Capitalismo de Amiguetes, asegura que esta situación de capitalismo entre amistades "ha hecho muchísimo daño" a la economía del estado. En este trabajo hace un recorrido por las causas de este "atraso histórico" donde analizado cómo ha influido "la mala calidad de nuestras instituciones" para llegar a esa conclusión de que España "ha estado muy retrasada respecto a la Unión Europea y a otros países desarrollados".
Explica que en todos esos estados europeos que ha analizado ha habido "capitalismo de amiguetes", pero que la diferencia reside en que en España "tiene un aspecto territorial". "Lo que es singular es que el lobby se haga a través del Congreso de los Diputados con grupos parlamentarios", añade Sánchez.
Considera que "lo importante no es tanto que haya corrupción sino es la respuesta que se le da a la corrupción". A su parecer, el caso de Garzón demuestra "una vez más que una cosa es estar en la oposición y otra cosa es estar en el Gobierno". "Durante muchos años Podemos, Izquierda Unida y Sumar han criticado las puertas giratorias, entonces cuando ellos se dan cuenta que tienen que salir ya del Gobierno se les mira con la misma lupa que ellos miraron", argumenta el experto en economía.
Agrega que lo "interesante" es ver la reflexión que tenemos que hacer entre todos que es "cuál es papel de los políticos cuando salen de la política". "Tenemos que repensar por qué este país es de los pocos que no tiene una regulación del lobby", introduce Sánchez.