La cooperativa Dcoop, el mayor productor de aceite de oliva en España, ha denunciado un enorme fraude en la venta de aceite. Su director general, Rafael Sánchez de Puerta, habla con Rafa Latorre en 'La Brújula' sobre esta situación.
"Tenemos un producto de máxima calidad por el que se reconoce a España en todos los mercados mundiales y debemos preservar su imagen por encima de todo", explica Sánchez de Puerta. "Hay demasiados indicios de que no todo el mundo está operando correctamente, por lo que hay algunas prácticas que habría que desterrar definitivamente".
Sin embargo, detrás de estos indicios todavía no han conseguido aportar pruebas, por lo que esto hace que defender la situación sea más complicado. "Por desgracia no tenemos pruebas que demuestren los fraudes pero sí tenemos muchos indicios", añade.
Sobre estos indicios, de Puerta admite que llevan "años llamando la atención en el sector". "Estos dos años donde hemos tenido precios muy elevados por la escasez de producto, nos hemos encontrado con que hay un producto que se consume muchísimo en España: el aceite de oliva refinado".
Este tipo de aceite, explica de Puerta, procede del "aceite de oliva lampante, de menor calidad, que se somete a un proceso de refinado". Ante este respecto, lo que denuncian desde Dcoop es que han comprobado que "el aceite de oliva refinado es más barato que el aceite de oliva lampante del que procede".
A modo de justificación alega que "esto solo es posible si se está cometiendo un fraude y se está adulterando el producto final con otros aceites más baratos". A fin de cuentas esta situación supone "una competencia desleal para las empresas".
Otro de los factores que denuncian es la existencia de los "aceites de diseño". Este tipo de producto, señala Sánchez de Puerta, "tienen todos los parámetros al límite" (requisitos químicos exigidos para medir la pureza del aceite). "Ningún aceite de oliva natural presenta este escenario. Puede tener algún parámetro al límite, pero no todos".
