El presidente de la DO Ribera del Duero, Enrique Pascual, es un bodeguero y viticultor histórico que vivió el nacimiento de la DO y ha sido protagonista privilegiado de su evolución pasado y, como presidente, de su proyección futura.
Este año cree que la añada "se presenta muy bien". "No contábamos con que fuera a ser un año tan agraciado". Un buen indicio para saber si va a ser una buena añada es "la situación del clima favorece por completo con días calurosos y noches frías, y ese contraste para la uva es sensacional. Por la noche se estructura la piel, toda la materia importante que tiene el vino que se extrae de la piel y las noches frías. El contraste es lo que lo reproduce, por lo que estamos ahora en un momento fantástico".
Considera una buena añada "cuando la calidad es excelente. Sea cual sea la producción, lo prioritario es la calidad".
En los últimos años "la formación ahora es mucho mejor y eso contribuye a que todo se haga ahora mejor". "Es una evolución positiva, pero que también arrancó con unos principios muy cualitativos".
En cuanto a la despoblación de las zonas rurales, "el vino es lo que mantiene con vida nuestros pueblos. El vino crea riqueza. Hay una diferencia sustancial de las zonas rurales donde se desarrolla vino y las que no".
Respecto a los cambios en el etiquetado que prevé la Administración, Pascual considera "es insólito que nos quieran equiparar el etiquetado del vino con el del tabaco".
Además, ahora están empezando a producir vino blanco. "Salen vinos de uva blanca muy interesantes, con una producción pequeñita".
Los mercados más prometedores a nivel internacional para el bodeguero son EEUU, Suiza, México, Puerto Rico y países de Europa como Dinamarca y Países Bajos.