El jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, ha liderado este fin de semana una rebelión contra la cúpula militar rusa y ha asegurado que mediante este fallido motín sólo buscaba salvar de la desaparición a la empresa militar privada y que no buscaba cambiar el poder.
El primer ministro de Rusia, Mijail Mishustin, ha valorado hoy la colaboración y buena comunicación de las máximas autoridades del país para aplacar el "intento de rebelión" del líder del Grupo Wagner. Además asegura que Rusia ha resistido a un intento de "desestabilizar" el país.
Francisco Matías Bueno, editor de la Revista Ejércitos, asegura que Prigozhin de cara al público y de las estructuras del poder ruso ha intentado posicionarse como "una alternativa al ejército". Pero, que al final se ha convertido en "un problema mayor" de lo que el Gobierno ruso se pensaba al principio.
Comenta el editor de la revista que Rusia ha llevado todo su ejército a Ucrania, lo ha visto y ahora está "al límite de sus capacidades", por eso explica que el país está "bastante débil" y que "cualquier ataque interno es viable". Asegura Matías Bueno que el líder de los Wagner tiene las capacidades militares para cometer un golpe, pero no las políticas. "No tiene apoyos en Moscú como para dar un golpe viable", concluye el periodista.