Emiliano García-Page ha sido protagonista este lunes en 'La Brújula' en el día después del Congreso Federal del PSOE en el que Pedro Sánchez ha sido reelegido como secretario general del partido y ha hecho algunos cambios en su Ejecutiva. "Es un Congreso de reafirmación del núcleo duro del equipo del presidente del Gobierno", ha definido Page.
El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha se ha mostrado en los últimos meses como una de las voces más críticas con las políticas llevadas a cabo por Sánchez y es visto por parte de la derecha como una de las opciones que más puede confrontar en el presidente por los buenos resultados electorales cosechados en las últimas elecciones.
Pero la suya no ha sido la única voz discrepante que ha surgido dentro del partido en los últimos meses. "Gente como Felipe González, Lambán y yo seguimos manteniendo la vela encendida que sigue haciendo que la sociedad española mantenga un magnífico recuerdo de lo que era el PSOE", ha afirmado Page.
"Uno puede pactar incluso las diferencias, pero cuando lo que te imponen es lo contrario de tus valores más esenciales, va más allá", sentencia el presidente manchego que destaca, además, que "la política nacional lleva muchos años instalada en una neurosis extraña que no se vive en el resto de España" y de la que él, dice, intenta huir.
Page se ha mojado también con respecto algunos de los temas más candentes de los últimos días en España que apuntan directamente a su partido. Ha llevado la contraria a la vicepresidenta María Jesús Montero, que en la apertura del Congreso Federal socialista aseguró que el PP tiene un proyecto golpista, y ha analizado que todos los casos que apuntan al partido y al Gobierno están suponiendo "un estrés enorme". "Creo que ahora mismo el PSOE se siente atacado", asegura.
Uno de estas tramas es el caso Koldo, que apunta al que fuera mano derecha de Pedro Sánchez en su llegada a La Moncloa. "Es un asunto que tiene muchas ramificaciones y creo que los ciudadanos, en el caso de haya consecuencias penales contra Ábalos, van a establecer una relación causa efecto, por mucha distancia que queramos poner", explica.
Tampoco rehúye hablar sobre la polémica dimisión de Juan Lobato como líder del PSOE en la Comunidad de Madrid. "No sé exactamente qué nivel de presión tendría Lobato para romper con una dimisión, porque 24 horas antes se le veía con la intención contraria (...) Creo que le afectaría mucho más la opinión de los militantes que de los dirigentes".
Respecto a la financiación singular de Cataluña, dijo que se puso de manifiesto en el Congreso del PSOE que "no tiene nada que ver con el acuerdo con ERC" de hace unos meses. Añadió que los presidentes autonómicos "levantamos la voz" y la Ejecutiva del PSOE fue al Congreso con unas ponencias más acordes con nuestra doctrina clásica. "Si se hubiera llevado el acuerdo con ERC al Congreso no hubiera salido ni de lejos", enfatizó.
