Es un buen momento para acercarnos a La Palma y recordar que allí, los productores del plátano de Canarias afectados por el volcán de Cumbre Vieja, así como el resto de habitantes que perdieron su vivienda, siguen esperando un plan de recuperación que posibilite una vida parecida a la que tenían antes de la erupción.
Para supervisar que esa reconstrucción se realiza en base a las necesidades de los damnificados, el Gobierno ha creado un comisionado especial, cuyo responsable es Héctor Izquierdo: “El perfil que buscaba el Ejecutivo era alguien que conociese el terreno y que, a la misma vez, llevase un tiempo en el partido para que pudiese impulsar medidas que ayuden a la reconstrucción”, ha dicho el nacido en Los Llanos de Aridane, una de las zonas de la isla más afectadas.
Siendo algo así como una suerte de enlace entre Gobierno y afectado, Izquierdo prepara “el camino para una recuperación económica, de modo que cuando los afectados vuelvan a tener su vivienda, también tengan un entorno donde trabajar”: “Hay que conseguir que la isla pueda salir adelante más fortalecida”.
“Hay que conseguir que la isla pueda salir adelante más fortalecida”.
Las primeras inquietudes de las asociaciones y las plataformas de afectados
El que fue hasta hace poco secretario de Estado ha asegurado que lo que más les preocupa a las víctimas del volcán es la situación habitacional y la incertidumbre de no saber cómo quedará la isla.
Por su parte, el factor tiempo es lo que más inquieta a los agricultores del plátano de Canarias, quienes han visto perdidos sus cultivos. Y es que, “esto ha ocurrido en una zona de máxima calidad del producto”, defiende el responsable del comisionado. “Estamos hablando de una zona con muchas horas de sol, muy cercana al mar… Es un trabajo muy duro, de mucho esfuerzo, pero que luego da unos rendimientos de unos plátanos de máxima calidad”.
“Las pérdidas han ocurrido en una zona de máxima calidad del plátano de Canarias”
Dar un plazo a la reconstrucción es arriesgado
Dar un plazo de ejecución a los planes de reconstrucción es arriesgado, especialmente porque “estamos hablando de una fuerza de la naturaleza, que es la que marca los tiempos. Ahora, por ejemplo, después de seis meses, el calor es palpable y crea como una especie de capa que enfría y aísla. Sin embargo, debajo de ella, sigue estando caliente la lava, lo que
dificulta que se construyan las infraestructuras. Nosotros lo que podemos hacer es adaptarnos a esa situación”, ha concluido Izquierdo en su intervención en ‘La Brújula’.
“La naturaleza es la que marca los tiempos”