En España, padres "mayoritariamente musulmanes" organizan matrimonios forzosos para sus hijas menores, algunas de las cuales apenas superan los cinco años de edad. Este fue el caso de Hannan Serroukh, una catalana a la que le obligaron a casarse con un hombre mayor por lo que huyó de su casa: "Era o enfrentarme a una imposición violenta que no considero un gesto de fe o ser yo y crecer libremente", ha contado la ahora, educadora social.
Serrouhk ha narrado que escapó en cuanto puedo: "Tuve la suerte de que en nuestro país, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado funcionan bien. Me localizaron de madrugada y pasé bajo la tutela del Estado".
"Tuve la gran suerte que en el contexto de mediados de los 80, la comunidad islámica no estaba tan blindada y me permitió escapar y no sufrir consecuencias, ni daños, ni persecuciones, como hoy en día sucede. Actualmente, a las jóvenes les es difícil oponerse a un matrimonio concertado por el miedo de lo que luego les pueda suceder", ha denunciado Hannan, quien ha asegurado que, cuando tomó la decisión de huir, creció en ella un sentimiento de culpa: "Se necesita apoyo para avanzar y entender que lo que hace uno es defender su dignidad y su derecho de libertad".
Lamentablemente, lo que le ocurrió a Hannan no es un caso anecdótico: "Estas practicas se suceden en el amparo del malentendido multiculturalismo y diversidad y se han normalizado con la idea de que es una tradición", ha apuntado.
"Debemos tomar conciencia de las zonas islamizadas, concienciar y tener mecanismos de acompañamiento y detección de estas situaciones en todos los ámbitos porque inclusive, chicas que no son menores de edad, que no quieren aceptar un matrimonio pero que la familia lo impone, se ven forzadas porque saben que las consecuencias", ha concluido Hannan Serroukh.
¿Es el hiyab un elemento de libertad individual?
La catalana, ante la polémica del hiyab como elemento de libertad individual, ha respondido que: "Hay mujeres que comparten este modelo social y optan libremente, es cierto, pero no es una cuestión religiosa. Es una cuestión de la política islámica y que sirve para controlar y someter a la sociedad y a la mujer porque es el elemento que corroe la moralidad de los hombres. Es una imposición y una cárcel a la libertad y a los principios de igualdad de las mujeres, así como un abuso infantil en las niñas ya que su uso es una señal de que están en el mercado de los matrimonios concertados".
"Tenemos que hacer frente a lo que atenta a los derechos humanos de las mujeres. Es cuestión de sentido común y de responsabilidad", ha insistido Serroukh.