La derecha ha ganado las elecciones italianas y puede volver al poder diez años después. Los votos de los italianos, con una abstención récord, abren la puerta también a que la ultraderecha, liderada por Giorgia Meloni, llegue al Gobierno por primera vez en la historia.
El profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, Jorge del Palacio, apunta que, tradicionalmente "la política italiana avanza muchos fenómenos que luego se confirman en el resto de la política occidental", por lo que esta escalada de la extrema derecha podría contagiarse al resto de Europa.
En el caso de España, el profesor explica que "nuestro sistema político se ha ido pareciendo un poco al de Italia en la medida en que ha ido abandonando el bipartidismo". Sin embargo, también hay notables diferencias: "Es complicado".
Los resultados electorales en Italia han evidenciado que la sociedad está completamente dividida. El bloque de la derecha ha conseguido la mayoría de escaños, pero cuenta con el 44% de los votos.
Por otro lado, la campaña de la izquierda no ha conseguido movilizar a su electorado, ya que "el responsable de la socialdemocracia ha presentado como aval continuar con las políticas de Draghi, algo poco creíble si su socio ha sido el Movimiento 5 estrellas", apunta Del Palacio.
¿Habrá un gobierno estable?
El profesor explica que "la vida de las coaliciones del centro derecha en Italia es complicada. La relación nunca ha sido fácil y siempre ha funcionado en torno a un efecto aglutinador que era la personalidad exuberante de Berlusconi. Era el único partido que podía repartir sus votos de manera más o menos uniforme por todo el país", señala.
¿Quién es Giorgia Meloni?
Sobre la figura de Giorgia Meloni, Jorge del Palacio comenta que "es una novedad y no lo es tanto, porque milita desde muy joven en el Movimiento Social Italiano (de ideología post-fascista) y luego ha tenido una trayectoria de más o menos visibilidad: primero en Alianza Nacional (partido sucesor de Movimiento Social Italiano) y más tarde fue la ministra más joven de la democracia italiana en el gobierno de Berlusconi de 2004 a 2011".
"Ha construido una personalidad muy diferenciada y vamos a ver de qué es capaz". "En 2018 no llegó al 5% de los votos. Saben que van a operar, gestionar y administrar un caudal de votos que no les corresponde", asegura el profesor.
Además, aclara que la política no es neofascista, si no post-fascista: "No reniega de sus orígenes, pero en la praxis mantiene una ejecutoria escrupulosa con el estado de derecho y la democracia".