Según afirma El Confidencial Juan Carlos I tuvo una hija, Alejandra, con la condesa de Montarco que nació entre finales de los setenta y principios de los ochenta fruto de una relación con una aristócrata. En el libro se asegura que la familia del rey emérito conocía esta cuarta paternidad y que además la existencia de Alejandra era un "secreto a voces" entre las "élites". Conforme a la investigación creció sin saber quién era su padre y cuando lo supo prefirió seguir su vida como parte de una familia de aristócratas, aunque si que tuvo un "discreto acercamiento" con Juan Carlos I, quien "intentó compensar la falta de reconocimiento oficial con afecto y otras muestras de generosidad, aunque nunca la trató como a sus otros tres hijos".
La investigación que han realizado José María Olmo y David Fernández está recogida en el libro "King Corp., el imperio nunca contado de Juan Carlos I". Los periodistas afirman que la información sobre la presunta hija del rey emérito se la han confirmado varias personas: una examante de Juan Carlos I, un empresario amigo suyo y un antiguo novio de Alejandra. Fuentes del entorno del rey niegan que esa información sea verdadera al no aportarse "ni una prueba, ni un dato, ni un testimonio de nadie" y que los autores sólo quieren promocionar la venta del libro que se publica el próximo ocho de mayo.
José María Olmo reconoce en la entrevista que intuía que el rey emérito iba a negar esta información, porque "40 años de secretos no acaban en un minuto". Cuenta que publicar este libro no ha sido una decisión fácil, pero que la ciudadanía merece saber la verdad y por eso decidieron contarlo, porque "durante muchos años se pensó que se podía gobernar con secretos". Tras tres años de investigación, añade, que si no hubieran estado 100% seguros de que Alejandra descendiente del emérito no hubieran sacado esta información. Además, asegura que Juan Carlos I sí que la reconoce como su hija, ya que se les ha visto juntos en un ámbito privado.