El alcalde de Barbate, Miguel Molina, responde a las preguntas de Rafa Latorrre, después de que el viernes pasado una narcolancha embistiera a una patrullera de la Guardia Civil, que acabó con la vida de dos agentes y otros dos resultaron heridos.
Denuncia la dejadez del Gobierno porque cree que con los medios adecuados se hubiera evitado la tragedia: "Llevamos una trayectoria de los últimos 9 años en los que la imagen de Barbate es magnífica para que ahora por cuatro asesinos vengan de fuera a cometer estos asesinatos. Hoy termina el último día de luto y lo estamos pasando bastante mal porque no es la realidad de Barbate y se podía haber evitado si se hubiese hecho caso a lo que cada junta local de seguridad demandamos. Que haya recursos y medios por parte del Estado. Los narcos han visto que pueden campar a sus anchas porque no hay seguridad. Si hubiera estado la patrullera se podría haber evitado".
El Gobierno decidió cerrar el organismo de coordinación del narcotráfico Sur, el OCON, la unidad de élite de la Guardia Civil, lo que considera un gran error: "Estamos preparando una moción para que se vuelva a instaurar esta unidad (OCON). Al dejar de trabajar esta unidad se ha visto muy mermada toda la provincia de Cádiz. Ahora los narcos se ven envalentonados. Esto no se puede consentir. Si hay que poner patrulleras de inmediato, hay que ponerlas".
Y otro de los hechos más escandalosos es que las seis patrulleras de las que dispone la Guardia Civil, estaban averiada: "No puede ocurrir. Si tienes seis patrulleras averiadas es que hay una dejación de funciones tremendas. Hay que tomar medidas y el que tenga la responsabilidad que la asuma. En 2015 entré como alcalde y yo he avisado de esto. El Estado tiene una dejadez de funciones total con Barbate y toda la zona".
"El problema es que los políticos no tienen sensibilidad para dotar de recursos a la Guardia Civil para estar en las mismas condiciones que estos narcotraficantes porque les pone en peligro como se ha visto", añade.
No conocía a ninguno de los detenidos que considera se han aprovechado de la falta de vigilancia y seguridad en Barbate para hacerlo su territorio: "Ninguno de los detenidos son de Barbate. La delincuencia que hay aquí no es agresiva contra la Guardia Civil. El sábado todo el pueblo fue al cuartel a aplaudir. Somos un pueblo muy sano. Tenemos ciertos delincuentes, como es lógico pero la gran mayoría del pueblo de Barbate es acogedor y maravilloso".
Y en cuanto a esas personas que jaleaban a los narcotraficantes en la noche que acabaron asesinando a los dos guardias civiles dice que no saben "quiénes son pero sí estoy seguro que gran parte están arrepentidos porque no saben lo que podía ocurrir".