DART, la sonda que la NASA lanzó al espacio hace diez meses, ha cumplido con su objetivo cuando estaba previsto. Esta madrugada, DART ha dado en el blanco chocando contra el asteroide, Dimorfos, situado a 11 millones de kilómetros de la Tierra.
La intención de la NASA enviando al espacio a DART (dardo en inglés) era que impactase contra el asteroide para tratar de cambiar ligeramente su órbita. Se trata de tipo de método que podríamos utilizar para tener un papel más activo en defensa planetaria en el caso de que un asteroide fuera a chocar contra la Tierra. Julia de León, astrónoma e investigadora del IAC señala en La Brújula cómo vivieron el momento: "Llevamos mucho tiempo participando en la misión. Era un momento muy emocionante pero con mucha expectación y con nervios de que saliera todo bien. Los ingenieros hacen una labor alucinante y ha salido todo fantástico".
"La operación ha sido un 10 sobre 10. Esta nave ha demostrado las técnicas de desvío cinético y que la nave fue sola guiada por su cámara y funcionó perfectamente. A nivel tecnológico es un éxito total", añade. En caso de que haya que interceptar algún asteroide que pueda impactar en nuestro planeta, desvela que "los científicos debemos analizar los datos sobre todo después del impacto. Tenemos que medirlo y tener resultados. Eso nos va a permitir tener estimaciones"
"Un satélite ha tomado imágenes del impacto. Es un satélite muy pequeño y tendremos que esperar un poco pero tendremos imágenes del impacto", finaliza.
