Hay un miedo que cada vez se extiende de forma más rápida y preocupante; puede afectar a todos los ámbitos de la población y está en el origen de muchos sufrimientos: Es el miedo al compromiso.
Personas egoístas o poco generosas. Optan por eludir responsabilidades, quieren quedarse con la parte buena pero sin ningún sacrificio por su parte. La raíz puede ser múltiple, autoexigencia baja o muy alta, hábitos poco saludables, personas con poca estabilidad emociona.
Muchos padres se desesperan al ver la falta de compromiso de sus hijos. Los adolescentes con frecuencia adoptan conductas violentas, es una huida hacia adelante que enmascara su falta de compromiso. Un ejemplo es alargar la etapa de estudiante para eludir el compromiso de entrar en el mercado laboral.
Compromisos en una relación, a la hora de tener hijos, compromisos en el trabajo, personas que en una familia dejan que todo les venga hecho. El impulso definitivo para cambiar es cuando su falta de compromiso les lleva pérdidas importantes. Hay personas que interpretan mal la realidad para no asumir las consecuencias de sus acciones. No puedes ayudar a quién no quiere ver la verdad.