La Semana Santa de este año ha terminado y ha dejado escenas de una gran motivación en las personas. Venimos de una situación tan difícil como la pandemia y con ello se puede explicar el fuerte grado de implicación, por lo que merece la pena detenerse en este concepto y en el impacto que tiene en nuestra vida diaria.
¿Hay algo que motive a todo el mundo? María Jesús Álava Reyes trata de responder a este efecto en las personas: "Si aceptamos que cada persona es única, podemos entender que a cada uno le motiven cosas diferentes. Las circunstancias como la edad o el entorno influyen. No nos estimulamos igual cuando estamos felices o infelices, y es fundamental la automotivación interior".
"Tenemos la jerarquía de necesidades, que vendrá motivada según el nivel con el que tengamos cubiertas nuestras necesidades", cuenta Álava Reyes, que añade que una persona necesita "eliminar riesgos" para "buscar seguridad al pagar los gastos habituales". "Otro factor importante es la autoestima, necesitamos sentirnos importante; o la autorealización".
María Jesús Álava Reyes pone como ejemplo a un voluntario de una ONG, a partir del cual la escala sube y las necesidades son "diferentes". Además, habla sobre las motivaciones permanentes y la capacidad de jefes o personas con poder para motivar a la gente que tienen a su cargo, ayudando a que suba su autoestima.