Las autoridades brasileñas han desmontado varios de los campamentos de bolsonaristas radicales en las principales ciudades del país, tras los ataques del domingo en un intento de golpe de Estado. En el principal el resultado es de 1.200 personas arrestadas. El experto Carlos Malamud , explica si cree que ya se ha sofocado todo el movimiento: "Habría que ser prudentes, se ha ido rápido y de forma decidida en el desmantelamiento de la protesta pero algún coletazo puede producirse".
Cree que la clave es que muchos de los que votaron a Bolsonaro, lo hicieron no tanto por sus políticas, sino por la oposición a Lula: "Entre quiénes votaron a Bolsonaro hay un fuerte contingente que le votó más por el sentimiento en contra de Lula que por estar de acuerdo con el planteamiento del ex presidente. El hecho de que se haya destrozado parte del patrimonio histórico y artístico del país va a tener consecuencias de peso. El apoyo está más en mano de un grupo de militantes militares que del resto de la población".
"Si el Gobierno de Lula opta por una actitud pragmática y mantener unida la coalición, va a tener bastante éxito", señala sobre la forma en la que debería actuar el Gobierno electo para terminar definitivamente con este movimiento que tiene su apoyo en un sector muy concreto: "Bolsonaro más allá de los contactos en las fuerzas militares, se preocupó mucho por mimarles. Y su mensaje caló entre la Policía Militar. Su mensaje rechazando el procedimiento electoral, tuvo un calado muy grande en estos grupos".
Y en el aire está la opción de que Bolsonaro termine encarcelado: "Se está especulando que su salida era con la intención de no entregarle la banda presidencial a Lula. La salida se produjo poco antes de terminar su mandato y esto podría ser contrario a la legislación y objeto de un procesamiento. Probablemente la afección que tiene es una secuela del atentado de la campaña electoral de 2018. Esperemos que no tenga consecuencias porque una muerte de Bolsonaro podría llevar a una situación muy complicada".
