Ximo Puig ha afirmado en La Brújula que el plan de desescalada del Gobierno es "aceptable" en líneas generales, aunque apuesta por seguir avanzando en ciertas cuestiones: "No hay recetario para esto, estamos en un proceso de transición complejo y hay que tener una mentalidad flexible. Tenemos que intentar cometer los menores errores posibles".
El presidente de la Generalitat Valenciana subraya la importancia de la "atención primaria" y también "mantener los indicadores", aunque admite las diferencias que existen sobre el modelo para la desescalada: "Creemos que la provincia como unidad territorial no es la más acertada, pero vamos a trabajar desde la buena voluntad sin hacer confrontación de una cuestión que no es la más definitiva".
Sobre la gestión del Gobierno, ha afirmado que es una situación "muy complicada" y que el diálogo es "fundamental": "La unidad de acción ha sido positiva y en esta transición hay que singularizar muchas cuestiones. Pediría que hubiera esa buena disposición tanto por unos como por otros para no hacer banderías ni confrontación".
En este sentido, destaca que el plan de desescalada "deja muchos espacios abiertos" donde debe trabajar el Gobierno para "propiciar ese mayor diálogo". "No hay que confundir a la ciudadanía y dar pasos firmes a la hora de la toma de decisiones. Por tanto, máxima prudencia, diálogo sensato y, cuando se definan situaciones concretas, que tengan el mayor respaldo posible".
Por último, ha insistido en que debe haber "empatía" y "acuerdos" por la grave situación: "Nos estamos jugando el futuro de las generaciones de jóvenes, que tienen derecho a que nosotros respondamos adecuadamente".
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