Un criptocrash es lo que pasa cuando el valor conjunto del mercado de las criptomonedas pasa de ser de 2,8 billones de dólares, a ser de menos de 1,3 billones. Para que nos hagamos una idea, la caída equivale al PIB de nuestro país, toda la riqueza que generamos en España en un año.
Y el origen de esta caída, ¿es analógico o virtual?
Parece que el detonante ha sido la caída de la stablecoin Terra y de su criptomoneda Luna, pero hay analistas que vinculan esta crisis de las criptomonedas, este nuevo invierno, a la economía real, a la inflación generalizada y la subida de tipos de interés que ya han implementado la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra, y que el Banco Central Europeo planteará en julio.
En realidad, no se salva casi nadie de la caída de valor provocada por la incertidumbre económica mundial. Si tenías una acción de Microsoft o Google, lo que podías vender por 1 euro hace 6 meses, ahora lo vendes por 80 céntimos, y si tu acción es de Amazon o Meta, sólo vale 60 céntimos lo que valía 1 euro.
En la situación de crisis actual, los inversores se asustan, empiezan a vender, y cae el precio de los activos porque no hay gente dispuesta a comprarlos.
¿Qué es una stablecoin?
Bitcoin tenía su propio sistema de creación monetaria, que era mediante el minado. Como no hay un banco central que decida cuánto dinero imprimir, las criptomonedas tienen que ingeniárselas para que haya mayor o menos cantidad de ellas según la situación. Ya sabemos que, si en una economía hay dinero a espuertas ,el dinero deja de tener valor.
Para resolver el problema de la volatilidad de las criptomonedas tipo bitcoin, que un día cotiza a 57.000 euros y tres meses después a 37.000, algunas criptomonedas utilizan una especie de patrón oro: se vinculan a una moneda fiduciaria, al dólar generalmente.
¿Y cómo lo hacen?
Fijan el valor de la criptomoneda a un dólar. Imagina que tú quieres que una barra de pan siempre cueste un euro. Si hay mucha demanda de pan, y la barra empieza a pagarse a 1,10 euros, pondrás más hornos a trabajar para que salga más pan al mercado y vuelva a bajar el precio a 1 euro. Y si cae la demanda de pan, lo que haré será producir menos barras para que no caiga el precio y se mantenga en un euro.
Algunas stablecoins lo que hacen convertir un dólar en un criptodólar. Es como si pagas un dólar y te dan una ficha y con esa ficha ya puedes jugar en el mundo virtual, pero guardan tu dólar en una hucha. Si más adelante quieres cambiar una ficha por un dólar otra vez, sacan un dólar de la hucha, te lo dan y destruyen la ficha, así que hay tantas fichas en el mundo virtual como dólares en la hucha.
Es el caso de Tether y USDCoin, que incluso con esta criptocrisis, siguen valiendo un dólar. Otras, como Terra, lo que tienen detrás es un algoritmo.
¿Qué ha pasado con Luna y Terra?
Do Kwon, un ingeniero coreano brillante, crea la stablecoinTerra, y quiere que siempre valga un dólar, pero no lo hace teniendo tantas Terras en circulación como dólares en su hucha, sino que crea otra criptomoneda, Luna, y lo que hace es establecer una paridad de Terra con Tuna, de forma que Terra valga siempre un dólar.
Si Tuna vale medio dólar, la paridad, el tipo de cambio entre Terra y Tuna será de dos Tunas por cada Terra. Si el precio de Tuna se dispara y vale 120 dólares a principios de abril, el algoritmo cambia el tipo de cambio y, sólo necesito 0,0083 dólares para comprar una Terra.
Es como si estableciese el valor de Terra a un dólar con un intermediario, que es Tuna. Pero ahora Terra no vale un dólar, sino menos, ¿por qué?
Por la segunda derivada de esta criptomoneda. Compro Tunas pagando con dólares de verdad, y con esas Tunas compro Terras y las deposito en una cuenta especial. Esa cuenta me paga un interés del 20% anual.
Imagínate que yo he comprado una Tuna, he pagado 100 dólares, y cambio esa Luna por 100 Terras. Deposito esas Terras en la cuenta mágica y al cabo de un año tengo 120 Terras, que podré volver a cambiar por Tunas y otra vez por dólares. Y tendré 120 dólares.
El problema viene cuando empieza a caer el valor de las criptodivisas, al igual que el valor de la renta fija o la variable, como veíamos, y cae el precio de las Lunas. Si cae el precio, ajustan el tipo de cambio, pero esto tiene un límite, y es que tengo que pagar a todos los que tienen cuentas mágicas un 20% de intereses.
Si hay depositados un millón de Terras en esas cuentas, el señor Kwon tendrá que abonar 1.200.000 Terras a esos inversores, que equivaldrá a 1.200.000 dólares, así que todas las Lunas que haya en el mercado de criptoactivos tendrá que valer ese millón doscientos mil.
Las Lunas han bajado tanto que no cubren ese valor
La empresa compró Bitcoin como respaldo, precisamente para que las Lunas no perdiesen valor, pero es que Bitcoin ha caído igual que el resto de activos, así que no ha servido de depósito de valor.
Los criptoactivos estaban cayendo igual que los bonos o las acciones en los mercados financieros, pero la caída cósmica de Luna y Terra ha añadido más leña al fuego y, como decías antes, los inversores se han asustado y han tratado de vender sus criptoactivos, no sólo sus Terras o sus Lunas, así que han arrastrado al resto de criptomonedas.
Como dice mi amigo Natxo, una Terra pinchó la burbuja de las .com hace 20 años y otra Terra puede haber pinchado la burbuja de las cripto ahora.
Y el oro ¿Cómo ha ido?
Desde abril también ha caído, ha pasado de cotizar unos 1.800 euros a cotizar unos 1.750. Nada que ver con la caída del 96% de los planetas. Pero es que en enero costaba unos 1.600, así que ni tan mal. ¿Sabes lo que nunca pierde valor? El tiempo. Así que invierte en ti este fin de semana y haz cosas que te apetezcan