Vimos cómo hacer un presupuesto familiar, principios a considerar para hacer uno empresarial y nos quedamos en la madre de todos los presupuestos… Los Presupuestos Generales del Estado… Como recuerdas, ya vimos que un presupuesto es un documento en el que recogemos los ingresos y gastos de un proyecto durante un año, por ejemplo, y nos va a ayudar a planificarnos para no quedarnos en números rojos ningún mes.
Entendemos que los presupuestos de un país seguirán los mismos principios que ya vimos… Pues en esencia es lo mismo, aunque estos no los puedes hacer en un folio o una hoja Excel; en concreto, los PGE necesitan nada menos que 443 páginas en su Libro Amarillo y 145 en el salmón, que es el que explica cómo leer el amarillo…
¿Tienen un libro para explicarlos? Te animo a mirar la web del Ministerio de Hacienda, que Emma publica ahora en Twitter, porque realmente impresiona la extensión y complejidad de los Presupuestos. Son la ley principal de un sistema democrático, toda una declaración de principios y un ejercicio de transparencia… Ahora iremos viendo por qué…
Venga, pues empezamos. Ingresos y gastos de un Gobierno a lo largo de un año, ¿verdad? Sí, pero los PGE no empiezan por las cifras, sino por los principios… ¿Recuerdas que en el programa anterior destacaba que el presupuesto recoge los valores de cada familia, de cada empresa? Sí, claro, nos preguntábamos cuánto dedicar a transporte o a tecnología, por ejemplo, o si reformo mi casa o me voy de vacaciones… Pues el gobierno de un país se hace preguntas parecidas, pero con otras partidas… ¿tengo diez ministerios o quince? ¿Le doy más posibilidad de gasto e inversión a agricultura o a educación? ¿Cuánto doto a emergencias?
La visión que tiene un gobierno para su país, se refleja en sus presupuestos. Su apuesta por el bienestar de sus ciudadanos, por el desarrollo de sus empresas, por la innovación, por la sostenibilidad… todas esas ideas, se traducen en números, en dinero que voy a dedicar a cada proyecto. Porque como en nuestras cuentas personales, tengo una cantidad para gastar, y no puedo gastármelo en todo, tengo que renunciar a cosas…
Mira, el título de los PGE para 2022 es “Los presupuestos de una transformación justa para avanzar hacia un país más verde, más digital, mas cohesionado y más igualitario, afianzando la recuperación económica sin dejar a nadie atrás”.
Ahora, con unos ingresos limitados, que aportamos todos los españoles, tenemos de ver cómo lo gastamos para conseguir cumplir con ese objetivo.
¿cuáles son los ingresos del Gobierno?
Vamos a simplificarlo mucho, pero a intentar entender las implicaciones de cada parte. Los ingresos del Estado son impuestos en su mayor parte. Los hay directos, que son los que se imponen con nombre y apellidos, como el IRPF, el de Patrimonio o el de Sociedades. Con este tipo de impuestos, paga más el que más tiene, porque si el impuesto es de un 10%, el que sólo tiene 1.000, pagará 100, y el que tiene 10.000, pagará 1.000. Suelen ser además progresivos, que significa que al que no voy a gravar con un 10% todas las rentas, si hablamos del IRPF, sino que a las que estén por debajo de 1.000 les voy a aplicar un 5%, a las que vayan de 1.001 a 5.000 un 8% y a las que estén por encima de 10.000, un 12%. Vale, y así el de 1.000 pagaría 50 € de impuestos en vez de 100 y el de 10.000, pagaría 1.200 en vez de 1.000.
Esta progresividad me permite, como gobierno, redistribuir la riqueza ya antes de la recaudación, que es uno de los objetivos del Estado. Los impuestos indirectos, en cambio, no gravan lo que tiene cada persona o empresa, o los ingresos que genera, sino que grava el gasto, lo haga quien lo haga. El impuesto más clásico es el IVA. Yo me compro una mesa, y sea multimillonario o esté en situación de desempleo, pago el mismo IVA. Lo mismo aplica para el impuesto de AJD y TP, que también tienen un porcentaje fijo con independencia de que una casa se venda por 100.000 euros o 10 millones, que la compre una persona con más o menos patrimonio. Y también son indirectos los impuestos especiales sobre alcohol, tabaco o carburantes.
Sí, pero si tengo mucho dinero, pagar 50 euros de impuestos de gasolina, por decir algo, no me supone nada, mientras que si tengo poco, puede ser una parte importante de mis ingresos. Por eso, como gobierno, tengo que decidir qué impuestos quiero que pesen más, si los directos, que tienen en cuenta cuánto tiene quien los paga, o los indirectos, en el que todo el mundo paga lo mismo por el mismo bien, con independencia de lo que tenga.
También hay que tener en cuenta que algunos impuestos son más fáciles de recaudar que otros, normalmente por el fraude fiscal… lo mismo si subo un 1% el impuesto a la gasolina, todo el mundo lo paga, mientras que si subo un 1% al IRPF, los hay que se buscan las vueltas para no pagarlo… Con el directo, además, en cuanto lo subo, cobro, y con el indirecto, tengo que esperar un poco más.
Los ingresos por impuestos son un tanto inciertos, ¿no? Porque estoy suponiendo que la gente va a tener unas rentas, las empresas unos beneficios, que se va a consumir una cantidad de bienes que me permita recaudar n millones por IVA…Aquí es donde está la discusión sobre el crecimiento del PIB, Juanra, las décimas arriba y abajo que se traen las diferentes estimaciones. Cada una de esas décimas, se traduce en una recaudación más elevada, o más reducida...
¿Y si el crecimiento es menor del esperado? ¿Si en vez de empleados tengo personas en paro? Porque en vez de recaudar impuestos, tendré que pagar un subsidio a esa persona… ¿qué hace ahí un gobierno? Pues tirar de su otra fuente de ingresos, que es la misma que tienes tú si no llegas a fin de mes o una empresa si sus gastos superan sus ingresos…
Pedir prestado… Efectivamente… Tiene que tirar también de financiación, de deuda pública. Además de para esos desajustes, el Estado también cuenta con endeudarse si sus ingresos de partida son menores que el gasto que tiene que hacer. Igual que tú pides una hipoteca si este año te vas a comprar una casa. Es una forma de repartir un gasto muy grande, en muchos años.
En concreto, para 2022, se prevén unos ingresos de 377 mil millones de euros (…), incluyendo fondos europeos y otras partidas que no hemos visto, y un gasto de 527 mil. Pero la diferencia entre ingresas mediante impuesto o mediante deuda, es que la deuda, tiene un gasto, los intereses…
¿Y en qué nos vamos a gastar esos 527 mil millones de euros? Pues mira, nos queda poquito tiempo, para variar, pero te cuento las partidas más conocidas.
Además de intereses, pagaremos gastos de personal: sanitarios, profesores, fuerzas de seguridad, personal de las distintas entidades y ministerios… No lo hemos dicho antes, pero los presupuestos no son sólo del Gobierno Central, sino también de las diferentes Administraciones territoriales.
El Estado, y sus diferentes Administraciones, también compran bienes y servicios, ya lo vimos en el programa del PIB, desde farolas o folios a aviones o equipamiento médico.
E invierte, en los proyectos de los distintos ministerios y autonomías, para conseguir todos esos propósitos que define en su título. Esa inversión la completará con transferencias y otros instrumentos, para favorecer políticas de empleo, de infraestructura, de vivienda, de agricultura, de turismo, de transición ecológica…
Y una parte muy muy relevante del gasto: pensiones y prestaciones. Y poder realizar todos esos proyectos, dependerá, como decíamos antes, de que podamos generar esos ingresos. Tenemos que tener muy presente que esos ingresos, ese dinero público, que alguien dijo que no es de nadie, es en realidad de todos, y en qué lo gastamos y con qué cuidado, define los principios de nuestro país, igual que el gasto de nuestra casa, refleja nuestros valores como personas.