El dinero no es ajeno a la transformación digital y cada vez se mueve más en la red y menos en nuestros bolsillos. De la mano de Ana Comellas, hemos entendido el objetivo de bitcóin y hasta hemos aprendido a crear nuestra propia criptomoneda... Pero no hemos sido nada originales... porque en los últimos meses se crean una media de 10 criptomonedas diarias. Ahora mismo, cotizadas, hay 5.444.
No vamos a hablar de todas, tranquilos. Vamos a hablar sólo de cuatro, y ha sido difícil escoger... ¿Por cuál empezamos? Porque seguro que me descubres al menos tres...
La primera te la sabes de memoria: el bitcóin. Fue la primera, la que acuñó el concepto mismo de criptomoneda: quiere ser una alternativa al efectivo físico, crea confianza a través de pruebas criptográficas, y su contabilidad está descentralizada, utilizando la tecnología blockchain. Las bitcóins pueden ser transferidas y/o minadas.
La segunda me la ha soplado Ignacio Rodríguez Burgos: el Ethereum, pero el concepto se queda en el éter en mi caso. Pues por el éter recibe su nombre, así que no andas lejos... “Ether” es la criptomoneda que se utiliza en la plataforma Ethereum.
Parece perfecta para una buena novela de ciencia ficción... Puede ser el primer capítulo, desde luego... la plataforma la fundó el programador Vitalik Buterin en 2015, y su objetivo es crear aplicaciones descentralizadas y contratos inteligentes utilizando la tecnología blockchain.
¿Qué es un contrato inteligente?
Se basa en la idea de contrato al uso, un acuerdo entre dos partes: imagina que la pluma, en vez de comprártela al contado, te la compro a futuro, y establecemos que “Yo, cartera de Ana, te transferiré a ti, cartera de Juanra, 10 ethers el día 10 de junio de 2021”. Este contrato va a un bloque, que es minado y recompensado, como en bitcóin. Cuando se cumplen las condiciones del contrato, en este caso cuando llegue la fecha, el contrato se ejecuta automáticamente. No existen intermediarios, los contratos son públicos y se ejecutan de forma automática. El potencial de este concepto promete, y ya los están utilizando seguros, inmobiliarias o servicios financieros. Lógicamente tienes que tener ethers para poder operar en este entorno.
Y cada ether en euros equivale a... Unos 2.100 hoy, pero tuvo un máximo de más de 3.443 euros el día 10 de mayo de este año. Hasta 2020, cotizaba a un precio medio de unos 200 euros, pero desde hace 6 meses, su cotización también se ha disparado, y a pesar de su caída de estos días, su precio se ha multiplicado por 100 en medio año.
Seguro que la tercera también me sorprende... Eso espero... Esta también suena mucho estos días, porque es otra de las que Elon Musk ha puesto en el candelero. Se llama dogecoin, y su historia es un tanto curiosa. Kabosu es la perra japonesa de una profesora de preescolar, y saltóa la fama porque su dueña, Atsuko Satō, le hacía fotos para su blog. Empezaron a hacerse memes con la perra, a los que llamaron Doge, y esta perra se hizo viral.
¿Es una perra parecida a los huskies, pero en color crema y anaranjado?
Esa es. Pues a un ingeniero, Billy Markus, y a un profesional de marketing, Jackson Palmer, se les ocurrió usarlo como logo de su criptomoneda, y así se llamó: dogecoin. Esta criptomoneda y en la que está basada, litecoin, son una derivada del propio bitcóin, y utilizan su mismo código, aunque tienen pequeñas variaciones. Antes de que me lo preguntes, te diré que litecoin cotiza a unos 150euros y su patrón de precio es similar al de bitcóin y ether, con un máximo de 319 euros el 9 de mayo. Hace un año, su precio era de 39 euros. Su valor se ha multiplicado por 8, incluso tras la caída de estas semanas.
Dogecoin, además de la más irreverente, es la más asequible: 28 céntimos de euro. Su máximo lo tuvo el 7 de mayo, que cotizó a casi 57 céntimos. Hace un año, no llegaba a 7 céntimos, así que su valor se ha cuadruplicado.
Pues ahora te voy a sorprender yo... no nos hablado del Tether... Empiezas a ser un experto... Pues mañana te cuento, pero yate anticipo que no es una criptomoneda, sino un token...
