Hoy os presento una luz al final del túnel, se llama Vigila tu energía y es una empresa que nace para conseguir que las familias tengan el poder sobre las compañías suministradores y ese poder se llama información. ¿Qué es lo que hace esta compañía? Pues precisamente eso, coger los datos que tienen del consumo de una familia, masticarlos, es decir, hacerlos entendibles y ofrecérselo a estas familias de una manera clara y sencilla para que sepan lo que gastan, por qué y cómo pueden ahorrar ya sea en luz, en gas, o en calefacción.
Para ello han creado una aplicación o una web que te da toda esa información desmenuzada en el móvil. Esta app se conecta con unos aparatos que monitorizan tu casa. Temperatura, humedad y consumo. Y como digo recopila todos los datos de consumo y lo traduce para hacerlo entendible al ojo humano. Con consejos de que hacer, que cambiar para ahorrar en la factura. Nos cuenta Luis María Sánchez que muchos no se fían hasta que no ven el resultado en su vecino No hay nada, nos dice, Luis, como que saber que tu vecino con la misma energía contratada paga menos.
Y cuánto te puedes ahorrar. Si no quieres instalar los aparatos, solo siguiendo sus consejos, pues un 15% con aparatos. Hasta un 25% Desde 18 euros al mes tienes los aparatos, en dos años estarían amortizados. Los problemas suelen estar en malas contrataciones, planes equivocados, usos incorrectos. Llevan apenas dos años funcionando y ya están en toda España.
Vamos a hablar de emprendimiento social para aclarar algunas ideas erróneas que se tiene sobre este tipo de actividad. Primero habría que definir lo que es un emprendimiento social. Se puede decir que es una empresa que nace como todas con ánimo de lucro, es decir no es una ONG, pero en el desarrollo de su actividad prima una serie de valores éticos, por ejemplo, la conciliación de la vida laboral y personal, la eficiencia energética o la sostenibilidad.
Y las hay en todos los sectores, desde la banca a la alimentación pasando por la arquitectura o la industria. El problema, nos cuenta José María de Juan, de la escuela de negocios ESCP Europe, es que en España este tipo de actividad sigue sin estar regulado, no hay un marco que la diferencia de otro tipo de empresas.
Básicamente que eres una empresa social porque tú lo dices. No hay norma alguna que te regula ni te distinga del resto de empresas. Un marco normativo les permitiría mejorar su actividad, acceder a ayudas que puedan reinvertir en esos valores que defienden y crear una nueva relación entre trabajadores y empresarios, más justa y equilibrada. Ahí, nos confiesa Juan, tenemos el segundo fallo, los empresarios españoles poco a poco van comprando estas ideas, pero aun a años de luz de sus colegas europeos y norteamericanos