Y nos vamos a situar en la trastienda de hoy en el reparto de escaños de las circunscripciones más pequeñas. Cuáles son y por qué son clave en las elecciones sobre todo para formaciones como Sumar y VOX.
En las últimas generales, por ejemplo, entre PP y PSOE consiguieron 52 de los 68 diputados en juego en las 21 provincias que otorgaban cuatro o menos escaños, es decir, el 76,5% del total. Para las formaciones más pequeñas, en estos Comicios Vox y Sumar el sistema es duro, menos proporcional , ya que la tercera y cuarta fuerza política necesitan un porcentaje de voto mínimo bastante elevado para lograr representación, que puede situarse entre el 14% y 16%.
Otro ejemplo de las últimas generales, cuatro de cada diez votos emitidos en la circunscripción de Huesca, cuatro de cada diez, fueron a parar a candidaturas que se quedaron sin representación. PSOE y PP se repartieron los tres escaños que se otorgaban en la provincia aragonesa, mientras que VOX se quedó fuera del reparto pese a conseguir un nada desdeñable 15,36%. Huesca, al igual que Cuenca, Guadalajara, Segovia, Palencia, Teruel, Zamora, y Ávila, reparte 3 escaños. Y el asunto está casi cerrado, por eso escuchamos a veces aquello de "votar a esa u otra formación minoritaria es literalmente tirar el voto".
Esta tendencia también ocurre en otras circunscripciones que reparten cuatro escaños, como Orense, Salamanca o La Rioja, donde las candidaturas que se quedaron sin representación superaron el 30% de los sufragios.
Es así, el sistema de reparto de la Ley D´Hondt. Dicen los expertos que es el menos malo de los sistemas. A pesar de que de cara al 23 de julio VOX y Sumar se encuentran en arenas movedizas y un pequeño retroceso puede llegar a ser muy costoso en escaños para estos partidos.