El Plátano de Canarias que merece ser una excepción ya que no existe otro producto igual en España y esto se debe a muchas razones.
La primera se debe al punto geográfico y su particularidad ya que las Islas Canarias son región periférica y eso nos trae la segunda razón, la cuestión de los costes.
La tercera es que no existe producción en la península por lo que el perjuicio a otros es cero. “Nos ocasiona un daño tremendo y nosotros no dañamos a otro sector porque no hay plátanos en el resto del país”, afirma Domingo Marín, presidente de ASPROCAN.
La Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias añade más argumentos a los ya dados que sostiene su petición de excepcionalidad para su fruta.“No se puede hacer una ley para decenas de productos que se comercializan de una forma diferente”, añade Domingo.
La intención de esta Ley de Cadena Alimentaria es buena pero no se tiene en cuenta la singularidad del Plátano de Canarias que se ve perjudicado frente a la banana que llega de Latinoamérica, empujados a vender por encima del precio de producción porque se fija en esta ley los precios mínimos.
Domingo nos cuenta que “el mercado no entiende los precios y tenemos que competir con productos que vienen de continentes diferentes”.
La Ley de Cadena Alimentaria sigue negociándose y esta previsto que entre en vigor en noviembre, pero si no se atienden las peticiones de Plátanos de Canarias, el presidente de ASPROCAN nos cuenta lo que vendrá después.
Esto ocasionaría “que nuestro porcentaje tan alto de esta fruta nacional fuera tomada por la competencia”.
Se pretende vender por debajo del precio de producción, el Plátano e Canarias queda inferior a productos importados que se venden a mitad de precio. “Una ley que se aplica para empobrecerlo”, afirma Martín y exige “que nos ayuden de otra forma”.