La mirada cítrica: "La deuda pública marca nuevo récord"
Ignacio Rodríguez Brugos hace un repaso a la economía después de que la deuda pública haya marcado un nuevo récord.
Bienaventurados nuestros hijos porque ellos pagarán la deuda pública, decía Hoover, uno de los presidentes estadounidenses que tuvo que lidiar con la Gran Depresión.
Pero en España, los que cuidarán de esto serán nuestros nietos. Ellos pagarán la deuda pública que marca nuevo récord, un billón 300 mil millones de euros. Supera el largo el cien por cien del PIB. Estamos ya cerca de los máximos históricos que se registraron en 1902, con Alfonso XIII, cuando se llegó a superar el 123% tras la debacle de la Guerra de Cuba
Se profundiza el agujero en la Seguridad Social. El Fondo Monetario Internacional está preocupado por el parón en la recuperación en la Vieja Europa. Hay cansancio, económico y social, tras tantos meses de pandemia. El Fondo Monetario reclama a los países europeos que sigan gastando, aunque aumente el agujero de la deuda pública. Pero claro, hay que gastar bien para impulsar la reactivación.
La Autoridad de Responsabilidad Fiscal Independiente afirmaba en un reciente estudio que a un ritmo del 0,50% de descenso anual del déficit público no lograríamos reducir la deuda al 60% hasta el 2050. Habría que acelerar tras el fin de la crisis de la Covid. Algo de esto, acelerar, es lo que está haciendo la industria del automóvil. En lo que va de año su producción cae un 30%, pero en el último mes ha aumentado un 12% respecto al mismo mes del pasado año.
La Covid dejará huella en la deuda y en los salarios que bajarán entre el 10 y el 15% según diversos estudios del Banco de España y de Adecco. La mitad de las pymes europeas temen por su supervivencia según McKinsey mientras el universo de las grandes fortunas apenas se inmuta. Cerca de 52 millones de personas en todo el mundo cuentan con más de un millón de dólares de patrimonio, entre ellos Trump enredado ahora con sus negocios en China. Según Credit Suisse, con la crisis de la Covid las grandes fortunas apenas han disminuido una décima en estos tiempos turbulentos.