Opinión en La brújula

La mirada cítrica: "Este maldito virus ha contagiado incluso a la EPA"

Este maldito Covid, este coronavirus, ha contagiado incluso a la EPA, a la principal encuesta que se hace en este país. Este trabajo demoscópico depende del Instituto Nacional de Estadística, no de Tezanos. Pero el Covid y los ERTES han dejado a la EPA irreconocible.

Ignacio Rodríguez Burgos

Madrid |

Lo primero que hay que recordar es que la EPA es una encuesta que se hace a unos 65 mil hogares españoles. Es decir, alcanza a más de 160.000 mil personas. No hay encuesta de similar magnitud en España. Pues bien, esta vez la foto fija se ha movido. No es nítida. Y es que la EPA mide el empleo y el paro, pero no los ERTES.

Pero claro, los trabajadores afectados por los expedientes de suspensión temporal de empleo también están ahí. Existen y rozan los 4 millones entre marzo y abril, según los sindicatos. Así que Estadística ha calculado que casi 580.000 trabajadores se han quedado temporalmente sin empleo por estos ERTE, por el confinamiento provocado por el virus, a finales de marzo.

Además, los datos oficiales indican una caída de 285.000 ocupados en el primer trimestre. Es el peor dato desde 2013, cuando todavía estábamos en la anterior crisis económica. La tasa de paro salta de nuevo por encima del 14% y uno de cada tres jóvenes está en desempleo. El paro aumenta en 121 mil personas. Hay en total 3 millones 313 mil desempleados.

Los sindicatos califican la situación de dramática. Los autónomos hablan de desolación. Otra vez se dispara el número de hogares con todos sus miembros en paro. Casi un millón cien mil. Y todos los agentes sociales e incluso el propio Gobierno señalan que los datos de abril serán peores. Habrá que esperar que mejoren con la desescalada y el regreso a la actividad.

Lo que también es cierto que el 40% de la población, entre desempleo, ERTES, ceses de actividad y pensionistas, tienen derecho a rentas y ayudas del Estado. Y a todo esto llega la que faltaba: Moodys, la agencia de calificación. Cree que el PIB bajará un 8% y mantiene la calificación de la deuda pública española, en el aprobado alto, pero eso sí, la mantiene porque espera que Sánchez pida el rescate a Europa. Las agencias de calificación recuperan una palabra maldita, rescate, tan maldita como Covid-19.