Hoy la cosa va de cuentas que cuesta cuadrar. El Tribunal de Cuentas de Alemania le ha sacado tarjeta roja al Gobierno de Olaf Scholz, considera inconstitucional eso de el "endeudamiento previsto por adelantado" establecido en el Paquete de ayudas de 200.000 millones de euros para paliar los efectos de la energía. El Tribunal de cuentas alemán cree que se viola el principio de la Constitución alemana de unos presupuestos por cada año. Llueve sobre mojado en Europa con esto de los paquetes de ayuda energética. Tuvo problemas Liz Truss y ahora Sholz.
No es el único país que ha tenido problemas con sus autoridades contables y supervisoras. Aquí, en España, la AIReF le ha sacado los colores al Gobierno con los Presupuestos. Ha estado a un paso de no respaldar las cuentas del 2023. La presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, afirma que presentan grandes deficiencias porque no mide bien los ingresos y porque no tiene en cuenta la extensión de las medidas excepcionales aprobadas por el Ejecutivo.
La AIReF retrasa la recuperación y no descarta que el frenazo del consumo lleve a la economía a tasas negativas en este último trimestre del año. Por cierto, entre las medidas no contempladas puede estar la rebaja de las retenciones en el IRPF hasta los 35.000 euros. Retenciones. Que después viene la declaración de la renta en el 2024 y hay que ajustar.
Nadie pierde la oportunidad de leerle la cartilla al Gobierno y a su equipo económico. Lo más relevante es que estima un exiguo crecimiento económico de solo un 0,7% para el año que viene con dos trimestres en negativo, este y el siguiente, lo que es recesión técnica como explica el Director de Funcas, Carlos Ocaña. Es la increíble historia de las previsiones menguantes. Y lo interesante es que a la vez que recorta el crecimiento, Funcas afirma que se seguirá creando empleo.
Habrá que ver si el empleo aguanta con un crecimiento tan raquítico y con la incertidumbre del coste de la energía. El coste del kilovatio siempre está agazapado aunque ahora resulta que el gas se abarata, las altas temperaturas juegan a favor de Europa. El invierno se retrasa y los metaneros se atascan en los puertos. El gas se abarata a los 34 euros y Bruselas anuncia un paquete de 40.000 millones para amortiguar la crisis energética. El Gobierno ha aprobado su programa de ayudas para entre otros los vecinos con calefacción comunitaria. Y esto con el calor que hace, más de 30 grados en buena parte de España.
Donde sube la temperatura social y con fuerza es en Francia. La huelga interprofesional ha tenido relevancia en la industria petrolera, en las refinerías, también en el transporte, pero no ha logrado parar al hexágono. Se mantiene el pulso sindicatos-Macron. Paris siempre vale una misa y algo más.