El mercadillo electoral se ha abierto antes de tiempo. Si uno ofrece un par de alpargatas, la formación de enfrente ofrece dos y una manta. Pedro Sánchez lleva ya cinco promesas electorales en apenas mes y medio. Y de las cinco, tres tienen que ver con la vivienda, que es un problemón, como lo ha definido ahora el presidente Sánchez, que hoy se ha reunido Moncloa con constructoras y asociaciones del sector. Aparte de las promesas de casas de alquiler baratas promete avales para la entrada de la compra del piso. La ministra Raquel Sánchez afirma hoy que no es el momento de demonizar el ladrillo. Desde el PP se recuerda que los avales para que los jóvenes compren vivienda fue una idea suya y que está implantada en varias Comunidades Autónomas. Acusan al Presidente de copiar sus propuestas, al igual que ha ocurrido con el Interrail. Unidas Podemos no está por la labor de avales públicos para ayudar a comprar una casa. Su portavoz, Pablo Fernández, acusa al Partido Socialista de plegarse a los intereses de la banca. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, cree que va en contra del espíritu de la Ley de Vivienda. La argamasa de la Ley de la Vivienda aún está fresca y ya presenta grietas profundas en la urbanización Coalición de la Moncloa.
La información económica del día también se cimenta en otra columna, el acuerdo salarial entre patronal y sindicatos. Tanto la CEOE como UGT han ratificado el pacto. CCOO lo hará mañana. Más allá de la subida salarial destacan algunas novedades, como por ejemplo que se controle el despliegue de la Inteligencia Artificial, el control del trabajo y favorecer el teletrabajo. También, y esta es una antigua exigencia de la patronal, que las Mutuas controlen el absentismo laboral. Y la CEOE también ha conseguido dejar plantado al Gobierno. No saldrá en la foto del acuerdo salarial. El de la subida del 4% sin efecto retroactivo. Miguel Borra, presidente de CSIF el sindicato de los empleados públicos, reclama al Gobierno que negocie, que aprenda de la patronal. Otra cosa interesante del acuerdo entre sindicatos y patronal. Recomiendan que se permita a las Empresas de Trabajo temporal a que puedan realizar contratos fijos-discontinuos para la cobertura de posiciones laborales temporales de sus compañías clientes.
Y la otra polémica llega por el lado de la inflación, el precio de los alimentos y los supermercados. Aquí Unidas Podemos y el PSOE vuelven a estar enfrentados. Unidas Podemos quiere montar una cadena de super, una cadena pública. Su nombre Precio Justo. Tiene ya el nombre pero creo que aún no tienen los locales. Veremos. Recuerda en algo a los antiguos economatos. Economatos que solo eran para las familias de determinados trabajadores, habitualmente de empresas e instituciones públicas. Terminaron cerrando ahogados, en muchos casos, por las pérdidas. Pero el PSOE, que va por otro lado, afirma que los supermercados no son los culpables de la subida de precios de los alimentos. Como se ve, Podemos y PSOE comparten la misma mesa, la del Consejo de Ministros, pero no la misma comida ni compran en el mismo establecimiento, menos ahora, en plena carrera electoral.