Saludos, buenas noches. El Black Friday, el viernes negro, ha golpeado de lleno a las bolsas y mercados financieros internacionales. Hay intensas rebajas en los principales índices. Los inversores temen que la nueva variante de la Covid arruine la recuperación económica. Regresan los miedos y los nervios. Regresan los números rojos y los temblores.
El sector más castigado por la rebaja de cotizaciones es el del tráfico aéreo. Cuando las aerolíneas comenzaban a remontar el vuelo llega ahora esta nueva variante sudafricana y regresan las turbulencias en el negocio aéreo. IAG, la matriz de British Airways e Iberia, es la que más desciende en Europa. También Lufthansa y Air France se dejan un buen pellizco. La sangría se extiende por otros sectores como los bancos o las materias primas. Las suspensiones de vuelo, las nuevas restricciones auguran más medidas restrictivas que limitarán la marcha de la economía. Por eso también baja el precio del petróleo que se abarata con fuerza. Los futuros del petróleo de tipo Brent en Europa han llegado a bajar más del 10%. El precio cae por debajo de los 74 dólares el barril.
En los mercados bajan las aerolíneas y los gestores de aeropuertos, como Aena o Ferrovial, mayor accionista, entre otros, del aeródromo londinense de Heathrow. En cambio, se disparan al alza el valor de las acciones de farmacéuticas como Pzifer o Moderna.
Todo esto en el Black Friday, el pistoletazo de la campaña navideña. Los comerciantes esperan niveles de venta incluso por encima de las ratios prepandemia. Varias encuestas indican que el 65% de los españoles van a comprar algo en estos días. Y también, que muchos consumidores han decidido adelantar sus compras navideñas, ante el miedo al desabastecimiento o nuevas medidas anticovid. A la vez, Greenpeace, lanzaba una campaña contra el consumo masivo y cubre escaparates de tiendas de moda en Madrid. Afirma que este tipo de consumo esquilma la Tierra.
Y como es viernes ha habido Mesa de Diálogo Social para negociar la Reforma Laboral. Seguimos sin acuerdo, a pesar de que la vicepresidenta, Nadia Calviño, insiste en que debe lograrse un pacto antes de terminar noviembre. Encima de la mesa, una nueva propuesta de los sindicatos para imponer sanciones a las empresas que hagan contratos temporales fraudulentos. Las multas podrían llegar a los 10.000 euros por cada contrato.
