Uno de los alimentos más antiguos de la humanidad es el yogur. Lleva con nosotros, en nuestra dieta, desde hace más de 4.500 años cuando se inició su elaboración en Tracia, según unos, o en Anatolia, según otros. La clave de su éxito es que era fácil de elaborar, fácil de transportar y se conserva mejor que la leche. Así que se convirtió en uno de los alimentos más consumidos por los nómadas Y aquí entra en juego Danone, uno de los mayores productores de yogur de Europa y una empresa históricamente nómada que se plantea ahora el cierre de su fábrica de Barcelona, donde nació hace más de 100 años y distribuía los yogures en tranvía por las farmacias.
En juego están casi 160 empleos. Danone emigró de Barcelona a París en los años y con la Segunda Guerra Mundial a EEUU para volver a Francia tras la guerra. Ahora quiere concentrar la producción en Valencia y Madrid, mientras Industria y los sindicatos intentan frenar el cierre de la planta catalana. Y esto cuando arrecian las críticas de la CEOE a los acuerdos del PSOE con Junts para que regresen a Cataluña las empresas que se marcharon durante el procés.
El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha dejado claro en la radio pública que Europa no admite sancionar a las empresas que cambien su sede social. Desde la patronal, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, dice que lo primero que hay que aclarar es por qué se tuvieron que ir de Cataluña tantas empresas. Garamendi señala que Europa tampoco aceptaría discriminación tributaria, ni vacaciones fiscales. Aquí coincide con el líder de CCOO, Unai Sordo, quien rechaza el dumping fiscal.
Nuevo incremento del salario mínimo
Y ya en materia laboral a destacar el nuevo incremento del Salario Mínimo, una subida del 5%. El Gobierno ha cumplido su amenaza lanzada contra la patronal. Recordemos, si no aceptaba una subida del 4%, al final el SMI se elevaría un 5, lo que pedían los sindicatos, que reclamaban este aumento para recuperar poder adquisitivo. Las patronales acusan al Gobierno de arbitrariedad y la imposición. Yolanda Díaz encantada. La subida del SMI será retroactiva desde el uno de enero y alcanzará los 1.134 euros por paga.
La otra cara de la moneda de los salarios es el coste de la vida, la inflación. El año pasado se despidió con una inflación media del 3,5% tras marcar el 3,1% en diciembre. La razón está en la evolución de los alimentos que modera sus incrementos. El precio de los alimentos, de media, se encarecen un 7,3%. En los dos últimos años la cesta de la compra es un 20% más cara. En solo un año, el aceite de oliva se ha disparado un 45%, un 20% el arroz, la leche un 18%, un 15% ha subido la carne de cerdo.. Ahora la inquietud se traslada a la energía con el aumento del IVA en la luz y en el gas. La cuesta de enero es algo más empinada. Por cierto, BlackRock se convierte en el segundo accionista de la energética española Naturgy al controlar el 20% del capital.
Y el precio del petróleo gira al alza por culpa del conflicto en la entrada del Mar Rojo con los bombardeos de EEUU y Reino Unido de instalaciones de hutíes tras los ataques de estos a varios barcos mercantes internacionales en la zona. Aviones anglosajones y misiles hutíes se cruzan en el cielo del Mar Rojo cuando aumenta el temor a un corte de suministro en la ruta del Canal de Suez por donde pasa el 12% del comercio mundial. Si los barcos retrasan su paro por esta arteria comercial provocará un encarecimiento de las mercancías que provienen de Asia. Y no estamos hablando de cuatro dirhams. Los intercambios entre Europa y Asia, por esta ruta, alcanzan los 135.000 millones de euros.