La tormenta de la Covid-19 es demasiada galerna para nuestro PIB que en 2020 naufragó sin remisión. La economía española se anegó con la coalición del coronavirus y se sumergió un 10,8% y en otoño embarrancó. El mayor hundimiento desde que hay registros oficiales. La mar gruesa de la crisis se ha llevado por delante más de 960 mil empleos.
Las bombas de achique de las ayudas públicas son insuficientes. Los capitanes de barco saben que hay que distribuir los pesos con delicadeza, para no desequilibrar la nave. En el reparto de las ayudas directas, Canarias, Andalucía y Cataluña se llevan la mitad del dinero. Varias comunidades, en especial Madrid, se sienten gravemente discriminadas, lo que hace peligrar la singladura de la nave.
Para no terminar como un pecio fenicio hay que reflotar el bajel, y esto pasa por las vacunas. Europa dice que llegarán a España las suficientes para que la mayor parte de la población esté inmunizada a finales de julio. La farmacéutica española Reig Jofre fabricará un millón de dosis diarias de la vacuna de Johnson.
Este viernes desaparece Bankia bajo el oleaje de la fusión con Caixabank. Bankia nació hace 11 años y el Estado tuvo que remolcarla inyectando 24.400 millones de euros. La nueva Caixabank comenzará su travesía el lunes, con 20 millones de clientes a bordo.
El SEPE sigue haciendo aguas. Va a media máquina, más bien marcha a remo, a papel y bolígrafo para cerrar las listas y que los parados puedan cobrar su prestación dentro de unos días.
El Canal de Suez sigue bloqueado, con el Ever Given atravesado de popa a proa, de orilla a orilla. El atasco en el Canal afecta a mercancías por un valor de casi 10.000 millones de dólares al día, más de 8.000 millones de euros, según la estimación de LLoyds, el consorcio que lleva desde el siglo XVIII asegurando buques y fletes y origen, en buena parte de la influencia de la City de Londres.
Más de 165 embarcaciones están al pairo, a la espera, mientras muchos puertos españoles comienzan a notar en su actividad el parón en el Canal.