No hay habido marejada, ni galerna en los mercados financieros españoles tras el resultado electoral. Ha habido pérdidas, sí, pero moderadas, solo de 3 décimas porcentuales y la prima de riesgo se mantiene en los 100 puntos básicos. Y eso que, en la política española, con el resultado de las urnas, hay más suspense que en una película de Hitchcock.
Los analistas económicos advierten del incremento de la inestabilidad política, de un Parlamento débil y fragmentado y de una prolongada negociación política, del riesgo de bloqueo. Algo que tendrá reflejo en la economía, con la posibilidad de un retraso en la llegada de Fondos Europeos, como apunta Barclays, con una posible repetición electoral a final de año. La agencia S&P podría, entonces, retardar el abordaje de desafíos y reformas. JP Morgan afirman que un resultado no concluyente es lo menos favorable para el mercado que se debate en la falta de certeza como indica desde XTB, Darío García y en un contexto internacional complicado.
También podría tener repercusión en el mercado de bonos. Es decir, un encarecimiento de la deuda. Y la conformación de Gobierno será más que compleja. En el caso del Partido Socialista, pasa por reeditar la coalición con Sumar y añadir apoyos de ERC, Bildu, PNV y, al menos, la abstención de Junts y de su líder, Carles Puigdemont, el vecino más famoso de Waterloo
La patronal CEOE solicita al futuro Gobierno un mayor respeto a las empresas, a la vez que defiende el diálogo para conseguir estabilidad y paz social. La CEOE llama al sentido de Estado, afirma que hay retos que no pueden demorarse como el reequilibrio de las cuentas públicas y una fiscalidad que ayude a la competitividad. La patronal solicita que cesen los ataques a las empresas. Aboga por la estabilidad, la moderación y el diálogo social mientras alerta de que se vislumbra un escenario de desaceleración económica por las tensiones geopolíticas y el impacto de la inflación y la política monetaria en las familias y empresas españolas.
Los sectores bancario y energético han sido los más sensibles al resultado electoral. No en vano son los más regulados por el Estado y los protagonistas de los últimos impuestos extraordinarios creados por el Gobierno de Sánchez. Las eléctricas eran las que más subían el viernes. Hoy son de las empresas que más caen, como ha sido el caso de Endesa o Iberdrola. Los bancos también se visten de rojo. Y es que tanto el PSOE como su socio Sumar plantearon durante la campaña electoral extender los impuestos especiales a la banca y a las energéticas. En el caso de Sumar incluso dejar estos tributos especiales como permanentes. Otras compañías se han visto más afectadas. Las pérdidas de la minera Berkley brillan más que el uranio enriquecido. Pretende abrir una amina de uranio en Salamanca y tras los comicios sus acciones caen más del 38%.
Lo que no pierde comba es el turismo. Las pernoctaciones se disparan un 13,5% en la primera mitad del año. En total, en los seis primeros meses del año, se rozaron los 150 millones de estancias, todo un récord histórico y se nota también el turismo nacional, como apunta Ramón Estalella, Secretario General de la Confederación de Hoteles. El destino con mayor grado de ocupación se da en Menorca, el 87% del total, seguida de Palma-Calvià.
La empresa energética Naturgy ha ganado en seis meses más de mil millones de euros, casi un 90% más que el año pasado. Segundo. Alemania tira de chequera para liderar en Europa la fabricación de semiconductores. Prepara un nuevo programa de 20.000 millones para crear microchips. Y tercero. Elon Musk vuelve a la carga. Ahora quiere transformar la plataforma Twitter en una base de Inteligencia Artificial. Lo primero que ha hecho ha sido dar aire al pajarito azul. Se echó a volar y el emblema de Twitter será una escuálida X. En cambio, su fortuna engorda y de nuevo es el hombre más rico del mundo destrona al francés Bernard Arnault. Musk tiene 240.700 millones.
