Saludos, buenas noches. Las sirenas antiaéreas no sonaban en Kiev desde los bombardeos de la Luftwafe en la Segunda Guerra Mundial. Hoy han vuelto a sonar con los bombardeos rusos. Las tropas rusas y ucranianas luchan por el aeropuerto sede de los gigantes Antonov, los mayores aviones de transporte de la historia. Esto a una veintena de kilómetros de Kiev
Los soldados rusos se despliegan por las instalaciones ucranianas, frente a las cámaras de los reporteros, mientras comparten carretera con Ladas desvencijados, turismos particulares que intentan escapar de una guerra que como todas no es aséptica mientras se ven bloques de pisos reventados.
Las respuestas son limitadas desde Occidente. La diplomacia ha sido despreciada. Europa muestra su debilidad ante los zarpazos del exfuncionario del KGB. Todo quedará en sanciones económicas ante el neo- imperialismo de Putin, la nueva Catalina la Grande.
Europa está unida a Rusia por los gasoductos, que son cordones umbilicales de energía y, a la vez, cadenas de servidumbre estratégica. La guerra dispara el precio del gas. Su precio ha aumentado alrededor de un 60% hoy y el petróleo salta por encima de los 100 dólares el barril.
Las gasolinas y gasóleos marcan nuevos récords y subirán aún más. Las previsiones de inflación terminan en la papelera y más de un analista advierte del freno en la recuperación económica. El Banco Central Europeo se ha reunido de manera informal y aleja su intención de elevar los tipos de interés cuando las bolsas mundiales se hunden en el barro de las estepas europeas
Más de 15.000 empresas españolas tienen relaciones comerciales con Rusia y Ucrania. Rusia es el segundo mercado más importante de Inditex después del español. La textil gallega cuenta con más de 500 establecimientos en Rusia. Además, compañías como Gestamp, Acerinox, Repsol, Iberia, Indra, las ingenierías como Tubacex o Técnicas Reunidas, también Meliá, destacan por su presencia en la zona.
La CEOE solicita un pacto de Estado para salvar la economía. Ahora llega la hora de las sanciones con Moscú. En especial tecnológicas, comerciales y financieras. Moscú no podrá financiarse internacionalmente. Veremos los efectos. Pero no serán inmediatos.