Dicen que no hay mejor manera de perder amigos que meter dinero de por medio... Y algo de eso hay en el Gobierno con la reforma laboral y con la reforma de las pensiones.. Urge cerrarlas porque España necesita como la lluvia el dinero europeo, los fondos comunitarios.. Y es que en esta crisis hay muchas facturas aun por pagar.
En la reforma laboral el enfrentamiento entre Yolanda Diaz y Nadia Calviño no cesa. La cosa llega al punto de que el presidente de la patronal, Antonio Garamendi, ha dado un aldabonazo y ha perdido claridad. Ni en las Vegas, en el campeonato mundial de póker hay una partida de cartas como esta.
Diaz reconoce que no puede derogar toda la reforma laboral, pero a la vez indica que no es un eslogan. Calviño quiere imponer su jerarquía y se nota su mano en la retirada del limite del 15% en la temporalidad. Incluso avisa de que la semana que viene se presentará una nueva propuesta en la Mesa de Diálogo. Y el anuncia lo hace ella.
Y es que la vicepresidenta primera es la que negocia con Bruselas el Acuerdo operacional para los fondos europeos. Y este contrato, que oculta el gobierno, es en el que se establece la supervisión y evaluación de las reformas y de las inversiones. Es el contrato de auditoría, el contrato para vigilar y controlar si las reformas cumplen con las condiciones impuestas, y si no se cumple, el dinero europeo no llegará. Por ahora solo se han visto 9.000 millones. El PP advierte que acudirá a Europa a reclamar los papeles si antes no los publica el Gobierno.
Y esto el mismo día en el que se rechazan las enmiendas totales a los presupuestos. Las cuentas públicas siguen su trámite parlamentario, a pesar de que son tachadas de poco realistas por el Circulo de Empresarios. Mientras, el Banco de España, advierte de la fragilidad financiera de las familias y de sectores como la hostelería, transporte y automóvil .
Además, la inflación y el coste de la energía acogotan al más pintado. La OPEP aumenta su producción en 400 mil barriles de petróleo más al día, pero "Bank Of America" estima que el barril de crudo alcanzará los 120 dólares. Y sigue la crisis de suministro. Falta papel de embalaje, algunas marcas de bebidas no llegan a los bares y más de un gran distribuidor tiene que racionar la venta de las consolas de videojuegos. Los cuellos de botella, Juanra, no son un juego.