Hay demasiadas expectativas puestas en este 2021 que ha comenzado con elevada ansiedad. Hemos visto lo nunca visto, que las turbas invadieran el Congreso de los Estados Unidos, en una insurrección alentada y justificada por el propio Presidente saliente, Donald Trump.
La vestimenta, la indumentaria de los asaltantes, con pieles y cuernos de bisontes, era casi de carnaval. Uno de los memes más sobresalientes de las redes sociales anunciaba la ocupación del Capitolio por los Village People. Más allá de las bromas lo cierto es que ha sido un intento de golpe de estado para evitar la llegada de Joe Biden a la presidencia estadounidense. Y da que pensar que casi la mitad de los votantes republicanos respaldan el asalto al Capitolio.
McCarthy canta sobre la búsqueda del camino. El partido Republicano estadounidense deberá encontrar su camino tras la salida de Trump. Pero Trump llegó a la Casa Blanca porque ya había una masa suficiente de votantes que le allanó la victoria.
El caso es que el frente al Capitolio, el Mall, poco más allá está el monolito a Washington, que se tambaleaba por la revuelta, poco más allá los memoriales a Jefferson, el redactor de la Declaración de la Independencia, que ve un borrón a su historia, y algo más lejos el memorial a Luther King, que ayer no tuvo un sueño, sino una pesadilla. Y finalmente, con rostro serio y preocupado Abraham Lincoln, testigo y víctima del peor populismo ¿Qué pensaría al ver la bandera sudista, esclavista, en el Capitolio?
Los mercados financieros no perdieron el norte. Los grandes inversores apuestan por Joe Biden que controlará las dos Cámaras del Congreso y contará con mayor margen para los planes de estímulo económicos. Los republicanos no podrán recortarlos.
En Europa y en España la atención regresa a la pandemia y a la esperanza de las vacunas. Con nuevas restricciones, limitaciones y toque de queda en buena parte de los territorios. Esto acompañado de un agravamiento de la crisis económica y del paro. En este contexto comienza el periodo de rebajas más incierto de los últimos años. Para complicar la cosa, arrecia el temporal. Así está el día, así está el invierno.