La Guerra en Ucrania es una perturbación sobre una perturbación anterior, la Covid, y así no hay manera de recuperarnos, por más que nos empeñemos.
El problema es que, de las grandes economías europeas, la española es la que peor lo ha hecho, según el Informe Anual del Banco de España. De nuevo se retrasa el nivel previo a la pandemia. Habrá que esperar al 2023. El Banco de España puntualiza que la inflación se extiende por diversos productos más allá de los alimentos y de la energía, las familias más pobres son las más perjudicadas y reclama un mecanismo que ajuste mecánicamente el gasto en pensiones y hay que sanear las cuentas, vamos que no hay parné.
La Guerra en Ucrania ha elevado la incertidumbre e impulsado un proceso inflacionista que venía de antes. También complica el futuro de los alimentos. Ucrania reduce a menos de la mitad el cultivo de cereales y España anuncia la ampliación en 600.000 hectáreas más la tierra dedicada a trigo, cebada y otros cereales.
El que tiene parné es Qatar que le ha echado los ojos al sector de las renovables y la digitalización. Al Emir de Qatar se le ha recibido como si fuera un nuevo Plan Marshall, aunque su fondo soberano lleva años ya presente en grandes empresas españolas, como es el caso de Iberdrola. Qatar ha prometido ahora otros 4.700 millones de euros de inversión y, claro, todo el mundo quiere atraer parte de ese dinero. La lista es larga.
La visita del Emir de Qatar coincide con las dificultades de España con Argelia y de Europa con Rusia. La búsqueda de gas en el Viejo Continente es como el anhelo por las especias del siglo XV. La energía es el Talón de Aquiles europea. La Comisión Europea ha lanzado un mega plan para terminar de una vez con todas con la dependencia de Moscú. Quiere movilizar 300.000 millones de euros para nuevos gasoductos, oleoductos, energías verdes y sistemas de ahorro en el consumo.
En este mundo gaseoso e inestable se desata un vendaval en la bolsa. La alemana Siemens Energy se plantea lanzar una OPA para comprar el 33% del capital que no posee de Siemens-Gamesa, la empresa fabricante de turbinas eólicas, molinos de viento. Sus acciones han llevado a volar, a subir hasta un 14%. El resto de las renovables y energéticas se contagian y también cierran al alza, es el caso de Vestas, Nordex o Solaria. Una de las consecuencias de la operación especial de Putin, de la agresión a Ucrania, es un mayor impulso a las conexiones intra europeas y a la transición verde.