El Consejo de Ministros ha aprobado la denominada Ley Riders. Con esta ley los repartidores de las plataformas digitales deben ser asalariados y no, como dice Trabajo, falsos autónomos. Esta Ley implementa el acuerdo del Gobierno con los agentes sociales y pedalea en la línea de la sentencia del Tribunal Supremo del pasado septiembre que falló en contra de las empresas del sector
En los dos meses entre el acuerdo con sindicatos y CEOE casi 17.000 riders se han laboralizado, es decir, han pasado a ser trabajadores asalariados. La importancia de esta ley, según los expertos laborales, va más allá de las plataformas de reparto. Este sector se ha convertido en una vanguardia de las relaciones laborales digitales. Por lo pronto los algoritmos que reparten el trabajo, los pedidos, deben ser transparentes.
Plan de Recuperación que financiarán los Fondos Europeos
No es lo único que debería ser transparente. También lo deberá ser el reparto de los proyectos que se derivarán del Plan de Recuperación que financiarán los Fondos Europeos. La vicepresidenta Calviño ha defendido en el Instituto de la Empresa Familiar la colaboración público-privada. Es decir, ha reclamado inversiones a las familias empresariales. Los empresas, a su vez, le han reclamado que no suba los impuestos.
Si el Gobierno quiere más inversión que no haya subidas fiscales. Es un toma y daca. Y en esto aparece la Autoridad Fiscal que reprocha al Ejecutivo de presentar una incompleta estrategia fiscal. Le acusa de falta de concreción. En un mundo como el actual, lleno de incertidumbres, dice la AIREF es más que necesario tener una hoja de ruta fiscal. El Gobierno lo que busca es tiempo para ver si la vacunación le allana el camino de la reactivación
En esto aparece la OCDE que acusa a Madrid de ser un paraíso fiscal interno que atrae a su territorio a los contribuyentes ricos de España por su baja tributación. Y lo que la ministra Reyes Maroto quiere atraer es a los turistas extranjeros, en especial británicos. Espera que la Unión Europea revise sus recomendaciones y que los británicos puedan viajar a España a partir del 20 de mayo. Pero aún entonces, España seguirá de color ambar para el semáforo de la Covid, del Gobierno de Boris Johnson.