Análisis en La Brújula

La mirada cítrica: "Otra vez con la misma serenata del Brexit"

Ignacio Rodríguez Burgos pone su mirada cítrica en las negociaciones por el 'brexit' y las consecuencias que puede tener en los mercados.

Ignacio Rodríguez Burgos

Madrid |

Estamos a las puertas del fin de semana y a las puertas de un fracaso en el Brexit. El lunes acaba el plazo para un acuerdo. Estamos otra vez con la misma serenata. Concretamente, la Serenata Isabelina compuesta por Ronald Binge, que además de músico sirvió en la fuerza aérea británica en la II Guerra Mundial. Su serenata nos viene al pelo, porque la casi eterna Reina Isabel II no solo va a ser la monarca que presenció la desaparición del Imperio Británico, sino también el alejamiento de Europa del Reino Unido. El Banco de Inglaterra advierte del riesgo que supone para la economía de Gran Bretaña un Brexit brusco, sin acuerdo.

​Los tiburones huelen la sangre y perciben las perturbaciones eléctricas de sus presas. Los tiburones financieros también. Los escualos bursátiles están nerviosos por el peligro de un fracaso en el Brexit. Las bolsas cierran en rojo, como la Rosa de la Casa de Lancaster. La bolsa española rompe con la racha alcista de las últimas cinco semanas. Este viernes ha despedido la semana con un descenso del 3,1%. Se teme un lunes turbulento.

Y no estamos para poner palos en las ruedas de la recuperación. Ésta va a ser más lenta de lo esperado, dice el Banco de España. La segunda ola ha frenado la reactivación y el cuarto trimestre terminará con resultados negativos, aunque el este segundo golpe sea menos intenso que el primero.

Uno de los sectores que indica el ritmo de la recuperación es el transporte

El transporte en octubre cayó un 46% respecto al pasado año. El AVE retrocede un 80%. La crisis hace estragos. La buena noticia, es que a pesar del Brexit, Iberia podrá seguir volando por toda la UE, tal y como ha anunciado Pedro Sánchez.

Se mantiene la inflación en negativo, así que las pensiones ganan poder adquisitivo mientras la ministra de trabajo no renuncia a subir el salario mínimo y lo que crece sin freno es la deuda pública. Ya supera el 114%.