La mirada cítrica: La prórroga de las negociaciones del Brexit da alas a los mercados
Ignacio Rodríguez Burgos analiza en su mirada cítrica, las negociaciones del Brexit, la reforma de las pensiones o el plan de salvamento de la hostelería, entre otros temas.
Madrid |
La hostelería está con la guillotina al cuello. Y curiosamente el origen de los restaurantes modernos, de comida elaborada y excelsa presentación tiene mucho que ver con la guillotina. Robespierre decidió afilar el invento de Monsieur Guillotine con los cuellos de muchos nobles franceses. Sus cocineros se quedaron sin empleo así que decidieron sacar sus conocimientos en la cocina de los palacios a la calle, a los nuevos locales. Cambiaron de clientela, de la más alta nobleza a la más alta burguesía.
Ahora, la Covid rebana restaurantes y locales como si llevara peluca, como los jacobinos. Estaba previsto que, mañana, el Gobierno aprobara el Plan de salvamento de la hostelería en España. No va a ser así. Todo se retrasa. Algunas CCAA endurecen las restricciones, como es el caso de Baleares, con nuevos cierres y otras, como Asturias levanta la mano o Cataluña, que permite la apertura de Centros Comerciales y estaciones de esquí.
Al menos, en España ya hay fecha para la vacuna. Antes de Reyes se comenzará a dispensar. El acelerón en las vacunas y el mantenimiento de las negociaciones sobre el Brexit, da alas a los mercados financieros, que ven con alivio que no hay una ruptura brusca. Julio Camba decía que los ingleses comen de pie, comen por necesidad. Ahora comerán más caro pues todos los informes indican que el Brexit generará un encarecimiento de los alimentos. El Reino Unido importa el 40% de los alimentos.
John Le Carré trató el Brexit en su último libro “Un Hombre Decente”. Uno de sus personajes, Ed, desprecia el Brexit y muestra una continua indignación política. Le Carré, maestro en el MI-5 y en la literatura, no surgió del frío sino del británico Poole. Hoy vería como la ministra de Hacienda le hace un traje, y no el de Panamá, a la oposición por no apoyar sus cuentas públicas.
Hay más guerra fría entre el PSOE y Podemos que entre Karla y George Smiley, los dos antagonistas del KGB y el MI-6. La penúltima refriega tiene a las pensiones como campo de juego. No es el Check-Point Charlie pero habrá intercambio de rehenes. Escrivá se plantea elevar a 35 años el período de cálculo de la pensión. Podemos pone el grito en el cielo. Cada facción del Ejecutivo redobla sus tambores pero aún así, hasta que se aprueben los Presupuestos y lleguen las elecciones catalanas, todavía cantan juntos.