El Banco Central Europeo garantiza liquidez fluida y acceso de los ciudadanos al crédito. Esta es la promesa de la presidenta del BCE, Christine Lagarde y es que en Europa hay una gran preocupación por Ucrania, si, pero también por la recuperación económica.
Una de las grandes incógnitas es cómo afectará todo lo que está ocurriendo a la titubeante recuperación económica y más en España, que ya era débil. Una recuperación que se frena y que llega con una compañera indeseada, la inflación. La inflación puede terminar el año en el 6,5%, según diversos estudios y es que los precios al alza de la energía adelgazan las rentas de los ciudadanos y reducen su capacidad de consumo.
Mañana la luz volverá a subir, lo hará casi un 9%. Febrero se va a despedir como el mes con la factura eléctrica más cara de la historia española según FACUA. El aumento de los constes energéticos es uno de los elementos clave de la ecuación económica. Un aumento de costes energéticos que se suma al encarecimiento de otros insumos, como fertilizantes, aceites, cereales o piensos, muchos de ellos con origen en Ucrania y Rusia. Una arista más que se une a la larga lista de agravios que muestran los agricultores españoles
Calviño asegura que España está menos expuesta a la economía rusa que otros países europeos, pero a la vez afirma que tomarán medidas de ayuda. En cualquier caso, España es de toda la Unión Europea el que más tarde está recuperando los niveles económicos anteriores a la crisis. Y en cuanto a las sanciones contra Rusia da la sensación que lo que más importa son los daños colaterales a los propios países comunitarios.
Las sanciones contra Putin no interrumpe la compra de gas ruso por parte de Europa, con lo cual Rusia seguirá ingresando ingentes cantidades de euros para financiar su maquinaria militar. Tampoco hará mucha mella en el patrimonio de Putin que Europa congele sus activos, sus bienes europeos. Y está por ver en el tiempo la eficacia de las sanciones tecnológicas y financieras. Necesitan tiempo. Las bolsas suben con fuerza porque estaban baratas y porque las sanciones contra Rusia son, por ahora, limitadas. No está la suspensión de Rusia en el sistema Swift, el sistema internacional de intercambio de información bancario. Esto si que podría haber supuesto un duro golpe a las finanzas rusas. Eso y dejar de comprar su gas.