Saludos bituminosos. El petróleo es la única roca líquida en este planeta y es la que más guerra da, genera y provoca. Más de un desierto de este mundo ha sido invadido no por sus dunas, sino por lo que había debajo de ellas y eso, que el primer pozo petrolífero moderno, el pozo Drake, se perforó en Pensilvania antes de la Guerra Civil estadounidense. Mucha ambición se ha bombeado desde entonces.
El oro negro siempre ha estado teñido de sangre. Hoy el precio del petróleo ha sufrido toda una sacudida. Ha llegado a bajar en Europa más de un 5%, después de que la OPEP decidiera elevar su producción en 400 mil barriles diarios cada mes a partir de agosto hasta final de año. La OPEP controla más o menos un tercio del consumo total de petróleo. El mundo quema cada día unos 97 millones de barriles cada jornada y esto a pesar de las políticas medioambientales y de los intentos para reducir las emisiones contaminantes
Lo que chisporrotea como un cable con sobretensión es la electricidad. La canícula eleva el megavatio a las 10 a los 109 euros el megavatio. Mañana la luz marcará el récord anual y el segundo precio más caro de su historia, cuando las tarjetas desplazan al efectivo a la hora de pagar, como apunta el Banco de España. Son los cambios que ha acelerado la Covid-19.
Las bolsas están que arden. Las europeas han viviendo una sesión carmesí. Frankfurt baja alrededor del 2 con 6%, en parecidos términos ha evolucionado París. La española desciende casi un dos y medio por ciento. Es la quinta jornada con retrocesos. Bajan las empresas relacionadas con el transporte aéreo y con el petróleo. Los inversores temen a la inflación, al frenazo en el crecimiento y a las variantes más agresivas de la pandemia.
La propagación de la variante Delta, la más agresiva de todas, y también de la variante Beta, no ha frenado la apertura de las fronteras en el Reino Unido. Allí lo llaman ahora el Dia de la Libertad. Aquí se podría llamar el día de la Reanimación del turismo inglés, ya sea en las Islas, en el Levante o en la Costa del Sol. Las reservas de turistas británicos se triplican, a la búsqueda del sol.
La clave es el negocio seguro, el viaje seguro. Y hablando de seguridad, de esto quien más sabe es la patronal de las aseguradoras y en su último informe aseguran que Albacete es la ciudad más segura de España.