Nunca en la historia de la humanidad ha habido tantas mujeres pilotando las grandes organizaciones económicas mundiales. Quizá por eso es más evidente la brecha de género.
Es cierto que es una mujer Cristalina Georgieva la que dirige el Fondo Monetario Internacional y que Gita Gopinath es su economista Jefe. También que la nigeriana Ngonzo Okonjio-Iweala dirige la Organización Mundial de Comercio y Janet Yellen la economía estadounidense o Christine Lagarde el Banco Central Europeo.
Sin embargo entre las 35 grandes empresas españolas solo 3 están dirigidas por mujeres, el Santander, Red Electrica y Bankinter. España cuenta con un 34% de mujeres directivas según un informe elaborado por Forbes y Grant Thorton. La cuestión es que en los mandos intermedios los cargos en manos de mujeres es menor. Y a la hora de emprender hay mayores dificultades, como a la hora de acceder a los créditos.
Si alguien sabe de números y cifras estos son los bancos y Bank of America calcula que la factura de la desigualdad desde 1990 alcanza los 60 billones de euros. Y que al ritmo actual el cierre de la brecha de género llevará 257 años. Es decir, Juan Ramón, antes colonizaremos marte y el sistema solar.
2.277 ese es el año de la frontera. Entre tanto, estamos en vísperas de la aprobación en el Consejo de ministros de las ayudas directas. El Gobierno, por fin, concretará en cómo se distribuyen los famosos 11.000 millones de euros anunciado por Pedro Sanchez. El Círculo de Empresarios reclama una agencia independiente para fiscalizar el dinero europeo. No quiere dedazos ni amiguismo en el reparto.
A la espera de las ayudas cuando el agobio y la crisis también hace mella en las familias. Las ejecuciones hipotecarias aumentaron el año pasado un 37% cuando Bruselas anuncia un mayor ritmo de llegada de vacunas 100 millones al mes. La reacción llega en los mercados con intensas subidas en las bolsas. La española aumenta su temperatura, casi un 2%. Los que más suben los bancos, donde, por cierto, solo el 20% de los directivos son mujeres
