Hoy la Torre del Oro de Sevilla refulge aún más. Ha cumplido este miércoles 800 años. Una cría. Nació como albarrana a la muralla que rodeaba la capital de los Almohades. A los 23 años vio aparecer cerca de sus cimientos a las tropas cristianas de Fernando III. Protagonista de la batalla del arenal, cuando marineros cántabros y asturianos cortaron el puente de barcas que unía Sevilla con Triana. Por eso en los escudos de Cantabria y Laredo, Santander o Avilés aparece la Torre del Oro.
La leyenda dice que la Torre del Oro guardó los Tesoros de Pedro I el Justiciero, llamado el Cruel por su hermanastro y asesino Enrique. No es cierto. La Torre brillaba como el oro por su mortero de cal y paja prensada. Dicen que también custodió en sus sótanos el oro que llegaba de América. Tampoco. Se guardaba en la Sala del Tesoro de la Casa de Contratación. Y eso cuando el oro y la plata llegaban, porque como apuntaba Quevedo la mayor de las veces en Génova terminaba.
La Torre del Oro de Sánchez
La Torre del Oro sobrevivió al terremoto de Lisboa y a la Revolución Gloriosa. Entonces la querían vender por lotes como la muralla sevillana. Ha visto pasar mucha agua por el Guadalquivir y muchas crisis pero dinero en sus entrañas, poco. El Presidente Sánchez ha levantado hoy su torre del oro con un nuevo fondo de 11 mil millones en ayudas para los sectores más castigados por la crisis.
La patronal CEOE lo ve bien, pero desea concreción y que las ayudas sean directas. Las quitas en los créditos del ICO tienen un problema, y es que 3 de cada 4 empresas no accedieron a ellos. Los autónomos alertan del cierre de 300 mil negocios y los hosteleros ven como el 85% de los hoteles en España siguen cerrados.
En marzo se aprobarán las nuevas medidas, que como apuntan en Economía llegarán con quitas, ayudas a empresas, créditos participativos y otros instrumentos cuando el 14 de marzo se acaba la moratoria de parte de los concursos de acreedores. Las protestas de hosteleros, comerciantes y agricultores se extienden por España cuando la Unión Europea lanza una ofensiva para conseguir mayor transparencia fiscal de las multinacionales. En Bruselas también, a la búsqueda del oro.